Los tres Iñigos, Muñoz, Vicente, y Martínez, este último por lesión, además de Etxeita –«tiene una opción de salir» al Huesca– y Unai Simón, serán los únicos que no viajan hoy a Holanda a la concentración de una semana, a la que Eduardo Berizzo se lleva 29 jugadores, entre ellos Kepa, número del que todavía tendrá que descartar varios nombres, entre ellos podrían estar al final Guruceta, Sancet, veremos Andoni López y un Nolaskoain al que sigue probando de central, y unos Sabin Merino y Villalibre que, por lo visto ayer en Lasesarre, parece difícil que convenzan al técnico.

La lista de los que viajarán se dio a conocer tras el amistoso de Lasesarre, donde los bilbainos se impusieron fácil al Barakaldo de Aitor Larrazabal, sobre todo en una primera mitad con un once plagado de presumibles titulares, donde el Athletic firmó un rotundo 0-5 que no se movería de ahí al final. Cómodo partido en ese primer acto ante un rival con apenas una semana de preparación, y fútbol mucho más espeso tras el descanso una vez que el argentino dio entrada a un equipo en el que Iturraspe, Núñez, Lekue o Unai López mezclaron con los más jóvenes. Al final, satisfacción de Berizzo por los minutos acumulados y por la eficiencia cara a gol, «que siempre refuerza la confianza».

Iago Herrerín, De Marcos, Yeray, Andoni López, Berchiche, San José, Dani García, Muniain Williams, Guruzeta y Aduriz en el once inicial. Un equipo que perfectamente pasaría por titular en cualquier partido de Liga y que una vez que desatascó el empate en el minuto 20 con el cabezazo de Yeray a la salida de un córner, todo fue coser y cantar. Al minuto siguiente llegó el 0-2 de Williams después de un buen control a pase de Dani García a la espalda de la zaga; en el 25, el 0-3 de Guruceta en un balón filtrado por Muniain y con un conjunto fabril dando facilidades defensivas; en el 29, 0-4, un Aduriz casi desapercibido, al aprovechar un rechace del portero tras un disparo raso y duro de Berchiche en libre indirecto; y el 0-5 en el 31, cerrando el marcador el mejor del primer acto, Muniain, sacando lustre a un error defensivo local.

Demasiado cómodo para los leones a pesar de las primeras tarascadas que se llevó Muniain en el inicio del choque. El navarro jugó con mucha libertad por dentro –«puede jugar en banda, pero yo le imagino como un media punta clásico, ahí e sun especialista», valoró Berizzo–, por delante de la dupla Dani García y San José, que vigilaban sus espaldas. Berchiche, en su debut, también se dejó ver en ataque y su sintonía con Iker puede dar muchas alegrías a la parroquia rojiblanca; solo falta que dejen al de Zarautz probar con las faltas al borde del área que ayer se pidió el capitán.

Con 0-5 en el marcador y a falta de quince minutos para tomar camino de vestuarios, Berizzo movió fichas: San José se retrasó al eje de la zaga, Yeray se abrió al lateral y De Marcos se movió hacia el interior, jugando cerca de Muniain y con solo Dani García escoltando detrás. Todo indica que el ‘Toto’ utilizará el 1-4-2-1-3 o el 1-4-1-2-3 en función del rival y las necesidades del partido. En cualquier caso, lo que ayer funcionó fue la efectividad y eso se agradace.

A vuelta del descanso, oportunidad para Remiro, Lekue, Nolaskoain, Núñez, Ganea, Iturraspe, Unai López (Iñigo Vicente, m.72), Córdoba, Sancet (Muñoz, m.78), Sabin Merino y Villalibre. Partido más equilibrado, lenta circulación en los bilbainos, dos intervenciones de mérito de Remiro y varias más del local Marcos Morales, con el que estarán soñando tanto Sabin Merino como Villalibre; así se las ponían a Fernando VII, pero ambos llegaron a sacar de quicio al público por su candidez a la hora de malograr goles cantados.

Córdoba fue quien más activo estuvo aunque sin mucha fortuna, Ganea menos ofensivo que ante el Amorebieta, Nolaskoain serio atrás y Lekue sigue dejando muchísimas dudas.