Joseba VIVANCO
Athletic

Esperando a... Urrutia

El presidente rojiblanco hablará este jueves tras la presumible fallida nueva oferta de 50 millones por el realista Mikel Oyarzabal.

A veces resulta agotador ser seguidor del Athletic o la Real. Justo en el Día Internacional de las Personas Zurdas saltó a primera plana el renovado interés del Athletic y sus 80 millones en caja por el extremo izquierdo realista Mikel Oyarzabal, un empeño, presumible, que saltó en Donostia, se realimentó al otro lado de la A-8, se desmintió luego en Bilbo y el anuncio del club bilbaino a primera hora de la tarde de la comparecencia este jueves del presidente Josu Urrutia vino a desinflar el globo que durante horas tuvo en vilo a seguidores de uno y otro lado, como si no hubiera nada mejor en pleno agosto de lo que hablar para pasar el rato. Porque se supone que el máximo mandatario rojiblanco, además de analizar sin salirse del guión la salida precipitada de Kepa, contraponer la feliz presencia en el primer equipo de los cachorros Guruzeta, Nolaskoain y Sancet, y augurar una temporada ilusionante, poco o nada aclarará sobre el supuesto o no interés en abonar la cláusula del donostiarra y traerlo para San Mamés.

Digerida por segunda vez la marcha de Kepa y con la actuación notable en la retina, piropos incluidos de Eduardo Berizzo, del prometedor Remiro, la masa social rojiblanca, y por extensión la realista, volvía a ser presa de esa cosa más importante de entre las menos importantes que es el fútbol.

Oferta presunta del Athletic por Oyarzabal y 50 millones sobre la mesa para hacerse con el jugador vasco que más goles ha marcado desde su debut en 2015 (20) por detrás de Aritz Aduriz. Que si contactos con el padre del jugador, que si nervios en la Real, que si la cláusula antiAthletic que dice que son 60 ‘kilos’ o nada, que vídeo en la web realista con Mikel visitando las avanzadas obras de Anoeta hace una semana esperando «disfrutar con la gente» del nuevo campo, que si apresuradas conversaciones de Jokin Aperribay con el jugador para subirle el sueldo, que si el Athletic no ha hecho oferta alguna, que si el chaval de 21 años la ha rechazado, que si la Real prepara ya el tranquilizador anuncio de su renovación y consiguiente elevación de la cláusula...

Ibaigane anunciaba rueda de prensa de Urrutia para el jueves, la habitual de cada mes y pico y, en cualquier caso, lógica en la antesala del inicio del Campeonato, y el fútbol que volvía a ser la cosa más importante entre las menos importantes. Síntoma de que no habrá nada de nada, más allá, hay que insistir, de que haya habido oferta o no, que el de Lekeitio siempre negará.

Más allá de si el protagonista del cansino culebrón quiere jugar en el Athletic –que no es lo mismo que salir de la Real–, o de si ha habido una oferta real por el futbolista, o de si el corazón más la billetera aferrán al jugador a Donostia, la cuestión primigenia es si el conjunto bilbaino necesita ahora a Oyarzabal. Que el Athletic deba tener en su equipo a los mejores jugadores vascos como objetivo está en su catecismo, que requiera a uno de ellos justo ahora, muy discutible, más allá de que este fichaje supusiera cruzar un Rubicón económico y sentimental de imprevisibles consecuencias futuras para el club vizcaino.

¿Hace falta ahora Oyarzabal?

La lluvia de millones sobre el club bilbaino desató al instante siguiente del ‘big-bang’ una apasionada necesidad por contrarrestar la marcha de Kepa con un fichajazo de campanillas, léase Oyarzabal o Herrera. Una incorporación de quilates para un plantel reforzado este verano y a todas luces, refrendado por su entrenador, compensado y que se daba por cerrado.

Fichar al donostiarra significaría un ataque de lujo junto a los Muniain, Williams y Aduriz, quizá al precio de dejar a un lado a Susaeta o cerrar el paso a la progresión de Córdoba; traer al del United sería un puntazo, sino fuera porque desbancaría el posible despegue de Unai López, pondría más difícil jugar a Raúl García y generaría demasiada tensión no resuelta entre tanto centrocampista. Eduardo Berizzo destaca por saber gestionar vestuarios, por tener ganados para la causa incluso a quienes menos juegan. Como sostiene el coaching Imanol Ibarrondo, «muchos dicen que un buen equipo se construye desde la defensa, pero la realidad nos demuestra que un buen equipo se forma, evoluciona y consolida en y desde el vestuario. Si de ahí sales equipo, en el campo eres equipo». ¿Traer en este momento a Oyarzabal o Herrera ayudaría a hacer equipo?

El hecho es que más allá de «fantasear», como diría el propio Toto Berizzo, lo que apremia al Athletic es esa necesidad de ajustar su juego para que su apuesta ofensiva y atrevida no le cueste un disgusto ante el Leganés, y en los despachos cerrar cuanto antes la renovación de Alex Remiro y otro tanto la de Iker Muniain, señales que deberían ser suficientes para confiar en el futuro, locuras al margen. Esperando a... Urrutia.

 

Fallece Sabin Rahm, exdelegado del club

Delegado en las categorías inferiores del club rojiblanco durante más de tres décadas, hasta los años 80, el domingo fallecía Sabin Rahm, aitite del conocido golfista de Barrika Jon Rahm, que el mismo día concluía cuarto en la última jornada del PGA Championship en St.Louis. El propio Athletic recordó a través de su web la pérdida de Sabin Rahm, haciendo llegar sus condolencias a la familia y amistades. El funeral tendrá lugar hoy, a las 19.30, en la iglesia del Carmen de Indautxu. Su nieto Jon, socio desde los siete años, es un declarado athleticzale, que hace gala de ello siempre que puede –incluso lo hacía con su bolsa de palos–, y recordaba en una entrevista que su aitite dedicó tantos años al club «por amor al deporte y por amor al Athletic». J.V.