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Al cierre

Pendientes de la crisis turca

El Ibex perdió ayer un 0,25% y se acercó al umbral de 9.500 puntos perjudicado por los valores de la banca y en sintonía con el resto de Europa, en una sesión en la que, de nuevo, los inversores estuvieron pendientes de la evolución de la crisis de la lira turca. En su tercera sesión seguida a la baja, el índice madrileño restó 23,4 unidades, hasta 9.507 puntos, con lo que las pérdidas anuales se amplían al 5,35%. El Ibex se decantó por los descensos, a pesar de la apertura al alza de Wall Street, en una jornada en la que se conoció que la inflación interanual en el Estado se situó en el 2,2% en julio, una décima menos que en junio.

En las otras plazas europeas, las caídas también fueron generalizas, ya que Londres cedió un 0,4%; Milán, un 0,3%; y París un 0,16%, mientras que Frankfurt repitió cotización, tras conocerse la inflación interanual alemana subió al 2% el pasado mes.

En el Ibex, salvo Iberdrola, que sumó un 0,43%, el resto de los grandes valores terminaron a la baja: Repsol se dejó un 0,96%; Inditex, un 0,9%; Santander, un 0,26%; Telefónica, un 0,25%; y BBVA, un 0,09%.

Precisamente, el BBVA indicó ayer a Europa Press que cuenta con una política de cobertura que protege el capital y los beneficios procedentes de Turquía ante depreciaciones de la divisa de ese país. Además, aseguró que su modelo descentralizado impide que haya transferencia de liquidez o financiación cruzada entre filiales o a la matriz, con lo que no existe riesgo de contagiar al resto del grupo. Entre el viernes y el lunes, los títulos de BBVA cayeron un 8,22%, es decir, la entidad perdió más de 3.260 millones de euros de capitalización bursátil en solo dos jornadas, hasta finalizar la sesión de ayer en un precio de 5,45 euros por acción, el más bajo desde octubre de 2016.