La plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak repartió ayer un desayuno solidario frente al Ayuntamiento de Bilbao a los 135 migrantes que desde el viernes pernoctan en el centro Karmela, del barrio Santutxu, al que fueron trasladados desde Bilbao La Vieja por falta de espacio. El colectivo pidió así al Consistorio «más implicación», que deje de «poner parches» y afronte la situación de estas personas de forma «integral».

Voluntarios del colectivo y vecinos de Bilbo que atienden a estos migrantes, generalmente en tránsito hacia otros destinos europeos, se encargaron de repartir las raciones en mesas dispuestas al aire libre en la explanada ubicada frente al edificio consistorial, coincidiendo además con la primera mañana de Aste Nagusia.

La portavoz de Ongi Etorri Errefuxiatuak Marta Abiega señaló el objetivo de «pedir a gritos que las instituciones se impliquen» y en concreto el Consistorio que dirige Juan María Aburto. «Esta realidad es un tema serio que hay que afrontar de manera integral y no con parcheos de 20.000 euros, que son los que ha puesto este ayuntamiento para el dispositivo de atención de tres días que gestiona Cruz Roja. Solo los fuegos artificiales de la Aste Nagusia cuestan 200.000», apuntó.

Añadió que la Cruz Roja ya ha dicho que «cuando se acabe ese dinero se acaba el dispositivo en Bilbao. Y creemos que esta atención de tres noches y a la calle, tal y como está articulada, es totalmente precaria», recalcó.

Ongi Etorri Errefuxiatuak lleva a cabo por las mañanas un recuento de la salida de migrantes que duermen en el centro gestionado por Cruz Roja y ha contabilizado unas 40 personas de media por noche. «Durante el resto del día están en la calle porque ese centro no tiene las características de un albergue», critica. Y reclama junto a ello que a los migrantes se les informe al llegar a la estación de Termibús totalmente despistados.