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El cuatripartito da por cumplidos los objetivos de la reforma fiscal

El balance de la reforma fiscal aplicada en esta legislatura en Nafarroa es positivo para las formaciones del Gobierno cuatripartito. No obstante, consideran que todavía queda camino para avanzar por la senda de la progresividad fiscal para reducir las desigualdades sociales. El primer análisis completo corresponde a las rentas de 2006.

El titular de Hacienda y Política Financiera, Mikel Aranburu, afirmó ayer en el Parlamento que los resultados de la campaña del IRPF correspondientes a las rentas de 2016 en Nafarroa reflejan que los objetivos de la «moderada y prudente» reforma fiscal aprobada por el cuatripartito «se han cumplido».

El consejero compareció a petición de EH Bildu para informar sobre la fiscalidad de los beneficios de las empresas y su equilibrio con el resto de figuras impositivas, el balance de la campaña del IRPF y el estudio sociométrico realizado sobre la misma, como resumió Efe.

Respecto al IRPF, precisó que la reforma era parte del acuerdo programático para reforzar la progresividad, dar un nuevo tratamiento a la unidad familiar y aumentar los ingresos. Y asumió la conveniencia de analizar a futuro el peso de las rentas del trabajo frente a otros ingresos.

Tras incidir en que los datos indican que los objetivos se han cumplido, destacó que un 44% de las declaraciones de hasta 18.000 euros pagaron menos que en 2015; un 5% no tuvo cambios; un 19% con renta de entre 20.000 y 30.000 euros pagó algo más, no más de 30 euros anuales de media; y un 31,8% con rentas por encima de los 30.000 euros pagó más, también de forma progresiva.

La mejora de la recaudación se ha dado, además, «en el conjunto» del sistema tributario y eso ha permitido una «sustancial mejora» del gasto social, debida también al reajuste a la baja del Convenio Económico y los gastos financieros.

Sin apocalipsis

Adolfo Araiz, el portavoz de EH Bildu, resaltó que estas cifras demuestran que la reforma fiscal no fue lo «sanguinaria» que dice la oposición y, más concretamente, valoró en positivo que se haya mejorado la recaudación en 71 millones para atender necesidades sociales, por lo que deseó que «se pueda mantener» el modelo. «Quien sostiene el IRPF son las rentas de trabajo, el 87,8%, frente a las empresariales y profesionales, que en mucho casos declaran rentas medias de 14.000 euros frente a los 27.000 de los asalariados», recordó Araiz como dato a tener en cuenta, igual que la diferencia de rentas por género.

Destacó también que el 7,8% de los contribuyentes aportan más del 40% porque tienen ingresos superiores a los 60.000 euros, algo de lo que se felicitó.

La oposición comentó los datos con una perspectiva muy distinta. «Esta comparecencia al alimón entre el Gobierno y Bildu es para desmentir a los ciudadanos», señaló Juan Luis Sánchez de Muniáin. Para el portavoz de UPN hay contribuyentes que ganando lo mismo han subido de tramo de retención, las rentas medias pagan más, las familias con hijos son las que más acusan la reforma y las rentas altas tienen menos peso sobre el conjunto de la recaudación.

Por el PSN, Ainhoa Unzu defendió la progresividad fiscal como el sistema «más justo», pero criticó que se haya subido la presión fiscal para rentas de 20.000 euros o para familias con hijos y un solo perceptor de ingreso. «Lo que es una certeza inapelable es que somos de las comunidades que más hemos subido los impuestos», señaló, por su parte, la portavoz del PP, Ana Beltrán.

«No se han cumplido los augurios apocalípticos que como un mantra repetía la oposición», replicó, por parte de Geroa Bai, Jokin Castiella.

Por Podemos-Orain Bai, Laura Pérez apoyó la reforma y lamentó el peso del IRPF frente a otros impuestos, al tiempo que pidió, entre otros puntos, una mayor progresividad en las deducciones por hijos, elevar el mínimo exento de 11.250 euros a 17.999.

En I-E hay «satisfacción con el acuerdo y con su ejecución», aseveró José Miguel Nuin, quien ve «plenamente justificado» subir la presión fiscal a partir de 30.000 euros y que las rentas superiores a 90.000 paguen 3.076 euros más.

 

Compensaciones de empresas: 5.700 millones

EH Bildu también requirió al consejero que informara sobre la fiscalidad de los beneficios de las empresas y su equilibrio con el resto de figuras impositivas. En su intervención, Mikel Aranburu cifró en más de 5.700 millones de euros las compensaciones fiscales que tienen pendientes de aplicar las empresas navarras en sus declaraciones por bases liquidables negativas de años pasados. Precisó que «no son un coste directo» para Hacienda pero sí «mucho dinero» y con un tratamiento «favorable comparado con las personas físicas». Frente a los 4 años de que disponen las personas físicas, las empresas tienen 15 años para aplicar esas compensaciones, por lo que pueden elegir en qué ejercicios desean hacerlo dentro de ese periodo, aunque tengan en ese momento beneficios, elemento que está incidiendo en la recuperación de ingresos fiscales tras la crisis.

Desde EH Bildu, Maiorga Ramírez señaló que las sociedades deberían hacer «una aportación más equitativa», con un límite en las cuantías compensables. GARA