GARA
LARRABETZU

Histocell fabricará sus propios productos biofarmacéuticos en Bizkaia

Tras diez años de investigación y después de la entrada en el mercado de varios de sus productos, Histocell ha decidido construir una planta de producción propia, ubicada en Larrabetzu, con el fin de obtener un mayor control de la producción, la calidad y los costes.

Histocell inauguró ayer su nueva planta en Larrabetzu, que estará dedicada a fabricar medicamentos de regeneración, para el tratamiento de la piel y las heridas de difícil curación, con los que espera facturar seis millones de euros para el año 2021.

Histocell pertenece al grupo biotecnológico vasco Noraybo. La compañía ha invertido 1,6 millones de euros –con un préstamo de 300.000 euros de la Diputación de Bizkaia y otra ayuda del Gobierno de Lakua– en la nueva factoría, que empezará a funcionar con diez trabajadores y tiene previsto llegar a unos 30 en los próximos años.

Esta planta fabricará tres productos: un apósito para el tratamiento de heridas y úlceras, del que se prevén fabricar 100.000 unidades anuales; un ingrediente cosmético en formato gel, del que elaborará 400 kilogramos anuales; y 200.000 viales de otro cosmético.

El grupo farmacéutico aprovechó el acto inaugural para dar a conocer que ha realizado una ampliación de capital con la entrada del fondo de inversión japonés Cell Innovation Partners, especializado en medicina regenerativa y terapia celular, y cuyos principales socios son la empresa japonesa Reprocell y el banco Shinsei. Como indicó Efe, no se facilitaron las cifras de esta operación, en la que han participado también los principales socios actuales de Histocell. Font agradeció a las instituciones su apoyo, resaltó que la empresa tiene ya 50 patentes y la importancia de que la nueva fábrica esté en Bizkaia, «nuestra tierra», con tecnología propia.