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munich

La CSU bávara intenta marcar distancias con la ultraderecha en ascenso

La CSU del ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, marcó diferencias en un preelectoral diferencias respecto a la ultraderecha en ague, ante la caída de votos que pronostican los sondeos de los próximos comicios regionales para esta formación, hermana bávara de la CDU.

«Siempre nos hemos distanciado claramente, en el lenguaje y en la forma de hacer política, de los extremismos de derechas. En nuestro partido hay tolerancia cero hacia el radicalismo derechista, como ante el antisemitismo, la xenofobia y la incitación a la violencia», afirmó el líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Horst Seehofer, en un congreso pre-electoral celebrado en Munich.

El también ministro del Interior añadió que Baviera precisa «estabilidad» un factor que, a su juicio, garantiza el actual primer ministro de ese próspero land, Markus Söder, quien buscará el refrendo de las urnas en los comicios regionales del próximo 14 de octubre.

Los sondeos apuntan a una fuerte caída de votos para la CSU, partido hermanado de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merke, que desde hace décadas ha gobernado casi ininterrumpidamente con mayoría absoluta en Baviera.

Los sondeos pronostican un 35% de los votos, un descenso histórico para un partido que en el pasado superó el 50% y que llegó incluso al 60% en 2003, pero que en las dos anteriores elecciones regionales, en 2008 y 2013, cayó ya al 43% y el 47%, respectivamente.

Las últimas encuestas apuntan a un despegue de los Verdes, que quedaría como segunda fuerza con un 17%, mientras que socialdemócratas, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y los llamados Electores Libres –una escisión de la CSU– quedarían empatados en un 11 %. Rozando el listón del 5 % –mínimo para lograr escaños– están el Partido Liberal (FDP) y la Izquierda, formación esta última que nunca ha entrado en la cámara regional bávara pero que ahora podría lograrlo.

Seehofer representó en la anterior legislatura, entonces desde la posición de primer ministro de Baviera, la crítica interna a la política de acogida de refugiados defendida por Merkel.

Con la formación de la actual alianza de Gobierno entre el bloque conservador de la canciller y los socialdemócratas pasó a asumir la cartera de Interior y exigir desde esa posición un giro derechista en la política migratoria.

Ello no ha hecho despegar a la CSU en cuanto a perspectivas de recuperación de su electorado tradicional en Baviera, sino que las encuestas han mostrado un progresivo desgaste, que tampoco frenó el relevo de Söder al frente del gobierno regional.