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PEKÍN

China mantiene el pulso con Trump, que sigue elevando los aranceles

Donald Trump sigue forzando la máquina en su guerra comercial con China y es probable que todavía anuncie nuevos aranceles antes de las elecciones legislativas de noviembre en Estados Unidos. No obstante, las negociaciones no están rotas y tienen otra cita este mes.

El Gobierno de Pekín reaccionó ayer a la inminente entrada en vigor de nuevos aranceles en Estados Unidos a productos chinos importados por valor de 200.000 millones de dólares con el anuncio de una nueva tanda de gravámenes a bienes estadounidenses por 60.000 millones de dólares.

Esta comunicación se produjo después de que, horas antes, el Ministerio chino de Comercio advirtiera de que estaba obligado a tomar represalias equivalentes y pidiera al presidente estadounidense, Donald Trump, que rectificase «a tiempo».

Los productos chinos afectados serán más de 5.000, entre los que se incluyen bolsos, arroz o prendas textiles, y se les aplicarán gravámenes del 10%, que podrían incrementarse hasta el 25% a partir de enero si ambos países no alcanzan un acuerdo, según amenazó el mandatario estadounidense, que no ocultó que esta nueva andanada arancelaria forma parte de su estrategia negociadora.

China impondrá aranceles de entre un 5% y un 10% (los expertos barajaban que podrían ser de hasta el 25%, pero finalmente Pekín ha moderado las contramedidas) a unos 4.000 tipos de productos estadounidenses.

En la práctica, más despacio

Pese a las continuas amenazas por parte de ambas potencias, hasta la fecha solo se han impuesto aranceles mutuos por valor de 50.000 millones de dólares, que se aplicaron en dos fases (una inicial de 34.000 millones y una segunda a productos por valor de 16.000). En ambos casos, Pekín esperó a que entraran en vigor las tasas estadounidenses para aplicar de forma inmediata las suyas, tal y como ocurrirá el 24 de setiembre.

Es posible que la respuesta de China desencadene nuevas medidas de Trump, quien el lunes volvió a indicar que está dispuesto a imponer una nueva oleada de tarifas a productos por valor de 267.000 millones de dólares en caso de que hubiera reacción de Pekín.

Mientras tanto, los equipos negociadores de Washington y Pekín han mantenido ya cuatro rondas de conversaciones, en las que no han conseguido ningún acuerdo, y tienen una nueva cita a finales de este mes.

 

Apple tiene una perspectiva muy distinta

El presidente de Apple, Tim Cook, se siente «optimista» respecto al fin de la guerra comercial que mantienen EEUU y China, tras conocerse que la próxima imposición de aranceles de Washington a Pekín contiene exenciones para productos clave para esta multinacional. «El comercio es una de esas cosas en las que no hay un juego de suma cero; tú y yo podemos negociar algo y ganar los dos. Soy optimista respecto a que estos dos países resolverán el asunto y la vida continuará», declaró en una entrevista para «Good Morning America», el programa de ABC. El gigante tecnológico radicado el Cupertino (California) había advertido en una carta al Departamento de Comercio de EEUU que las tarifas propuestas inicialmente afectarían a los precios de productos clave de su catálogo, como el Apple Watch o los AirPods. «No quiero hablar por ellos (la Casa Blanca), pero creo que miraron el asunto y dijeron: ‘No es realmente bueno para Estados Unidos poner aranceles sobre estos tipos de productos’», expresó Cook al respecto de esa exención. GARA