GARA
DONOSTIA

Jagoba Codó no recibe en la cárcel el tratamiento adecuado

El vecino de Donostia tiene 54 años y padece espondilitis anquilosante, una enfermedad degenerativa que genera gran rigidez. Sare denuncia que no está recibiendo el tratamiento adecuado ni el debido seguimiento. Cumplidas ya las tres cuartas partes de la condena, pide «que lo traigan a casa para que reciba el tratamiento» y pueda tener «una vida digna». Lamentan que los presos enfermos graves, actualmente 22, son liberados cuando llegan «al extremo».

Sare ha alertado sobre la situación que siguen padeciendo en la cárcel los presos enfermos y apela de nuevo al derecho a la salud. En una comparecencia celebrada ayer en Donostia, recordaron que de los 270 represaliados 22 padecen alguna enfermedad grave.

Pusieron sobre la mesa un caso concreto, el del donostiarra Jagoba Codó. Vecino del barrio de Amara, tiene 54 años y padece espondilitis anquilosante. «Es una enfermedad degenerativa y genera gran rigidez y dolor en espalda, cuello, talones y cadera. En los casos más graves llega incluso a fusionarse las vértebras y producir una postura jorobada», explicaron.

Encarcelado en 2001, incidieron en que ha cumplido las tres cuartas partes de la pena de un total de 22 años. Por lo tanto, «debería estar en la calle».

Según denunciaron desde Sare, en la cárcel no tiene el debido seguimiento y no está recibiendo un tratamiento adecuado. «Están siendo vulneradas las tres condiciones para sobrellevar la enfermedad: un adecuado descanso y alimentación y la ayuda de profesionales para una adecuada movilidad y minimización del dolor. La cárcel empeora su salud», advirtieron nuevamente.

«Queremos pedir que lo traigan a casa, que sea libre para poder recibir el tratamiento que necesita y para tener una vida digna», pidieron. Critican que no son liberados hasta que los casos no llegan a ser extremos. Desde 1980 han muerto diez presos nada más quedar libres.