M.I.
EL CAPITÁN

La guerra que convierte a soldados en monstruos

De sorprendente hay que calificar esta cinta bélica del alemán Robert Schwentke, entre otras razones porque no cabía esperar una obra de autor en un cineasta de género que en Hollywood se ha dedicado a hacer un cine comercial totalmente impersonal. Es como si quisiera redimirse con “El capitán” (2017) de títulos anteriores mucho menos dignos, tales que “Plan de vuelo: Desaparecida” (2005), “Más allá del tiempo” (2009), “Red” (2010), “R.I.P.D.” (2013), “Divergente: Insurgente” (2015) o “Divergente: Leal” (2016).

De entrada, y para marcar diferencias, su trabajo de vuelta a Alemania presenta como sello distintivo una magistral fotografía en blanco y negro de Florian Ballhaus, que se llevó en Donostia merecidamente el premio en dicha categoría. Imprime además a la película un aire sombrío y fatalista, acorde con la personalidad negativa de su protagonista. Se trata de un joven soldado que, al encontrar un uniforme de capitán en estado impecable, se hace pasar por oficial de la Schutzstaffel, volviéndose más cruel y sanguinario que cualquier mando de las SS. Aunque suene a fábula antibelicista, lo cierto es que el argumento está basado en hecho reales, desgraciadamente constatables.