Víctor ESQUIROL
«El amor menos pensado»

La vida después del amor

Empezó la 66ª edición del Festival de Cine de Donostia con un debut. Con la primera película de Juan Vera como director. Un novato en la realización que en realidad es veterano en el oficio cinematográfico: sin su nombre en las labores de producción, no se entiende la carrera de pesos tan pesados del cine argentino como Pablo Trapero, Juan José Campanella o Lucrecia Martel.

Pues bien, casi treinta años después de haber empezado a hacer posibles las historias de los demás, el hombre se decide a poner en imágenes una de cosecha propia. De comienzos tardíos va el asunto. Tanto fuera como dentro de la pantalla. En ella, vemos a Ricardo Darín y a Mercedes Morán, feliz matrimonio que se da cuenta, décadas después de aquel «sí quiero», que ya no se aman.

La muerte del amor como inicio de una nueva vida. El fin como nuevo principio. Un punto de partida tópico para una película que, sorpresa, intenta casi siempre no abrazar los caminos más transitados de drama y la comedia romántica.

A lo largo de dos horas, Vera sigue a sus protagonistas para comprobar que, en efecto, existe vida (inteligente) después de la rotura de corazón. Puede sonar algo cursi, pero a efectos prácticos, es de agradecer, también, que el producto esquive (con relativa gracia) los excesos azucarados a los que invitan los territorios por los que se mueve el género.

Apoyado en una dupla actoral infalible, el director combina ligereza con densidad, decantándose claramente por lo primero. El miedo-a y las ansias-de libertad post-matrimonial, se presentan como excusas muy legítimas para quitarle hierro a esa etapa vital en la que tan ridículamente vamos en busca de la trascendencia. Fuera los llantos, dice Juan Vera, toca reír. Y así transcurre todo, con la misma alegría con la que la vida se empeña en ponernos a prueba.