RAYO VALLECANO 1

ALAVÉS 5

 

Para ver un buen espectáculo de fútbol no es necesario contar con las estrellas más rutilantes. Bien lo saben los más de 12.000 aficionados que se acercaron al Estadio de Vallecas –entre ellos, 250 albiazules–. Ritmo vertiginoso, combinado con acciones técnicas de, sobre todo, Kakuta en un bando e Ibai Gómez en el otro, tácticas bien definidas, transiciones rápidas... Pocos ingredientes le faltaron a la primera mitad del duelo entre el Rayo y Alavés, que volvieron a verse las caras diez años después. Y además, hubo goles. 

Al final del encuentro, las cuentas salieron a favor del conjunto albiazul, con un gol en contra y cinco a favor. Y los tres primeros en los momentos más propicios del encuentro. El primero antes del décimo minuto, el segundo inmediatamente después de conceder la igualda y el tercero a los diez minutos de comenzar la segunda mitad. Mejor tempo no puede tener el conjunto de Abelardo, que demostró, una vez más, lo bien que han entendido sus pupilos la idea, el planteamiento y el discurso del técnico gijonés. Y cuánto gana el fútbol con el espléndido estado de forma en el que se encuentra Ibai Gómez. Si la semana pasada demostró su capacidad física y su calidad con una carrera de área a área para culminar con éxito un contragolpe en el minuto 94, ayer fue el “jefecito” del Alavés, con un doblete incluido y con el gesto deportivo de conceder saque de portería en la misma acción en la que cayó lesionado el rayista Gorka Elustondo. 

Diez puntos en cinco jornadas, solo ha dejado escapar cinco, tercera jornada consecutiva sumando un triunfo, cuarta semana sin perder... Poco más se le puede pedir al Glorioso. Si acaso, aún le falta mejorar la concentración en los primeros compases de cada tiempo. Pero después del 1-5 en Vallecas pocos recordarán que antes del 0-1 Álvaro García tuvo en sus pies el primer gol del encuentro. El extremo local llegó solo al segundo palo y menos mal que se le escapó un poco el control en el centro de Kakuta, lo que permitió reaccionar a tiempo a Pacheco para taponar el disparo. Tres minutos después, de poco le servía al Rayo lamentarse de esa jugada desaprovechada, y es que estuvo obligado a reaccionar cuando Ximo Navarro se anticipó a Raúl de Tomás en una falta botada por Jony. Alberto García poco pudo hacer con la dirección que tomó el remate, hasta cierto punto acrobático, del lateral derecho en el día de ayer –sustituyendo al canterano Martin Agirregabiria–.    

 Expulsión de Abdoulaye

En honor a la verdad, era el Rayo Vallecano quien estaba proponiendo más en tareas ofensivas. Kakuta, en modo estrella, puso un par de centros que por poco no encontraron rematador. Y el empate a la media hora de juego llegó merecidamente. R.D.T. (Raúl de Tomás) cazó el balón suelto dentro del área y se estrenó como goleador rayista en la Primera División. 

El 1-1 planteaba un escenario diferente. Ambos se mostraron atrevidos con el 0-0, pero el Alavés dio un paso atrás cuando se puso por delante en el marcador, y con la igualada estaba por ver cómo reaccionaría el equipo de Abelardo, a sabiendas de lo cómodo que se encuentra agazapado atrás para salir disparado después. No hizo falta mucho tiempo para volver al escenario inicial. Y es que Ibai Gómez, abierto en la banda derecha, recibió un buen balón en diagonal de Jony y guisó la jugada él solo para marcar un gol marca de la casa. Imposible para Alberto García. Abdoulaye Ba, que presenciaba la acción desde dentro, quiso anular la proyección de Calleri por si el de Santutxu decidía centrar y ello le costó la roja directa. Una decisión que condicionó toda la segunda mitad.

Los vallecanos salieron a morder en cuanto se reanudó el juego y parecía no importarles el hecho de estar jugando en inferioridad, menos aún en jugadas de estrategia. Hasta que la diferencia en el marcador pasó a ser de dos goles gracias a un cabezazo de Calleri en el centro, desde la derecha, de Guidetti. Una dupla que trabajó en la sombra durante toda la primera mitad para luego convertirse en protagonista en un momento decisivo. El argentino ha necesitado dos titularidades y 119 minutos para estrenarse como goleador con la casaca albiazul. 

Y para protagonista, el propio Ibai Gómez, en un momento en el que parecía que el duelo iba a acabar 1-3. Con ese marcador precisamente se lesionó Gorka Elustondo, despejando el balón a saque de esquina. El de Santutxu, junto con la aprobación de Calleri, sin embargo, tiró de deportividad y “regaló” el saque de puerta a Alberto García, que para más inri acabaría recibiendo dos goles más. 

El ‘11’ babazorro concluyó con una volea una jugada iniciada por Wakaso a partir de un robo en la salida de balón de los locales. Un centro medido de Jony y la dejada de Sobrino redondearon otra acción para el recuerdo. Para terminar con el chaparrón de goles en el reencuentro con el Estadio de Vallecas, Burgui –que entre semana había admitido que le motivaba jugar en ese campo– marcó el 1-5 en el minuto 95 tras una jugada personal y un disparo ajustado al palo derecho del guardameta.

Una goleada, la mayor lograda fuera de casa en Primera, permite al Glorioso alzarse hasta los puestos europeos al sumar 10 puntos en cinco jornadas. Unas cifras que el curso pasado no las alcanzó hasta la jornada 15. Ahora, a por más contra el Getafe.

 

Cuarta parte del objetivo cumplido en cinco jornadas

«Hemos cumplido una cuarta del objetivo en cinco jornadas», afirmó un ‘Pitu’ Abelardo que sumó su tercera victoria consecutiva en el campo del Rayo Vallecano. Una racha que el curso pasado logró una sola vez. Fue en febrero cuando derrotó consecutivamente al Celta, Villarreal y Deportivo de La Coruña. 

«Hemos empezado bien la temporada y veo que el equipo se muestra sólido como bloque, las individualidades se ponen al servicio del grupo y somos un equipo reconocible, que es lo que quiero», confesó el técnico gijonés. Según él la expulsión fue decisiva a la hora de cerrar la victoria, «porque con el 1-2 ellos iban a tener sus opciones, igual que nosotros a la contra».

Aun así, a pesar de «tener ese pelín de suerte con la expulsión» de Abdoulaye Ba, Abelardo incidió en que no hay que «desmerecer nuestro trabajo». «Tenemos que ir a más y esta temporada, con dos jugadores por puesto, podemos competir cada partido», recalcó el técnico albiazul, con cierta ambición de mirar arriba. 

El jueves a las 20.00 en Mendizorrotza tienen otra oportunidad para mejorar, si cabe, el inicio liguero de la actual temporada. El Getafe de José Bordalás está llamado a ser uno de los rivales directos del Alavés que está demostrando su competitividad ante adversarios de su nivel. A.U.A.