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Liverpool

La llamada a otra consulta cerca al Partido Laborista

El Partido Laborista tratará de eludir en su cita anual la presión para que apoye una segunda consulta sobre el Brexit, insistiendo en su apuesta por unas elecciones aunque sin descartarlo para el futuro.

El Partido Laborista británico afronta su conferencia anual, que arranca hoy en Liverpool, cercado por los llamamientos a apoyar un segundo referéndum sobre el Brexit, una posibilidad que no descarta por completo, pero que evita secundar con firmeza ya que su principal demanda es una nuevas elecciones generales en Reino Unido.

La campaña People's Vote, que pide celebrar una segunda consulta, quiere encontrar en el congreso anual el apoyo del aparato del partido. Para ello, persigue la presentación de una moción que consiga que la formación, liderada por Jeremy Corbyn, apoye oficialmente una nueva cita con las urnas.

El portavoz de Economía laborista, John McDonnell, aseguró que el partido resistirá a la presión de las bases y que Corbyn recalcará que la formación «acepta el voto original» a favor del Brexit, aunque indicó que no se «descartará» de forma tajante respaldarla en el futuro.

Según un encuesta de la firma YouGov difundida esta semana, el Partido Laborista podría sumar en torno a 1,5 millones adicionales de votos si apoyara esa convocatoria. Concluye que ese cambio haría que 1,7 millones de británicos más que en 2017 votaran a Corbyn, pero le restaría 200.000 apoyos.

Pero la presión no solo afecta al laborismo, el rechazo de la primera ministra, Theresa May, ha dado fuerza a las voces euroescépticas de su formación que le reclaman un «plan B» que contemple un acuerdo comercial menos ambicioso.

El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, fue ayer el primer miembro del Gobierno que evitó descartar un nuevo plan inspirado en el tratado de libre comercio de la UE con Canadá.

Esa es la opción predilecta de figuras de peso del Partido Conservador como los dimisionarios ministros Boris Johnson y David Davis, extitular para el Brexit que ayer participó en un acto junto a Nigel Farage, exlíder del UKIP, donde dijo que el proyecto de May es «ridículo».