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BILBO

Bilbo preocupa dentro de la mejora de la calidad del aire en la CAV

La viceconsejera de Medio Ambiente de Lakua, Elena Moreno, presentó ayer el informe del Servicio de Calidad del Aire de su Ejecutivo, en el que se confirma la evolución positiva en 2017. Bilbo es la ciudad que «más preocupa» debido a las emisiones del tráfico.

Todos los valores referidos a los contaminantes contemplados para medir la calidad del aire –dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2), ozono y benceno, entre los gases, y partículas en suspensión PM10 y PM2.5– se han mantenido por debajo de los límites establecidos por la normativa.

La viceconsejera consideró que la calidad del aire respirado en el territorio es buena y solamente en dos valores se ha registrado alguna superación, aunque «nada preocupante»: una por dióxido de azufre en la estación de San Julián, en Muskiz, por un incidente en Petronor «pero que se restableció al poco tiempo»; y la otra de dióxido de nitrógeno, relacionada con el tráfico de vehículos.

Respecto al dióxido de nitrógeno, solo una de las 53 estaciones de medición que integran la Red de Control de Calidad del Aire superó el valor límite anual. Es la situada en la calle María Díaz de Haro de Bilbo. Esto se debe al tráfico de la ciudad, y para subsanar esta circunstancia se ha realizado un plan de mejora de calidad del aire entre el Departamento y el Ayuntamiento.

Siete casos por ozono

El ozono no ha superado el valor objetivo para la protección de la salud humana, aunque hubo siete superaciones en 2017, en las estaciones de Urkiola, Jaizkibel, Serantes, Pagoeta y Mundaka.

Se informó a la población, destacó la viceconsejera, siguiendo los protocolos establecidos por Lakua. Estas estaciones están a más altura, por lo que favorece la detección de valores más altos.