Ariane KAMIO
DONOSTIA

Una travesía emocional

Felix Van Groeningen muestra un drama crudo en «Beautiful Boy» con la adicción a las drogas como principal tema a abordar. La película, basada en una novela, se centra casi en exclusiva en una relación paternofilial sin abrir apenas el foco a una sociedad que se enfrenta a una problemática que cada año provoca miles de muertos.

Felix Van Groeningen toma como punto de partida y principal sustento el best seller que narra la relación paternofilial entre Dave y Nick Sheff. La trama, muy cruda en algunos momentos, aborda directamente la adicción a las drogas en Estados Unidos, un país que vive una crisis generalizada con el consumo de estas sustancias. Sin embargo, Van Groeningen realiza una lectura bastante estrecha de esta problemática, aunque el director aspira a ser «un espejo» ante la sociedad estadounidense y convertirse en herramienta útil para que el consumo de drogas y los fallecimientos por sobredosis dejen de ser tratados como un tabú.

La película tiene una visión muy particular, muy exacta, la de la propia familia Sheff, que ve cómo su hijo Nick, de apenas 18 años, se convierte en un politoxicómano que no consigue librarse de su adicción, por lo que Van Groeningen prescinde de ampliar el foco de su cámara y de ofrecer una visión más amplia de lo que realmente está ocurriendo al otro lado del Atlántico.

Según dijo su protanostia, Timothée Chalamet, las drogas y las muertes por sobredosis generan en Estados Unidos más víctimas que las provocadas por accidentes de tráfico o por crímenes con armas de fuego. «Si creo recordar bien, el año pasado murieron 55.000 personas», precisó.

El actor se enfrentó a un papel muy exigente a la hora de interpretar al joven Nick. «Felix me pidió que perdiera peso; perdí unos ocho kilos. Las escenas que eran más extremas las rodamos la primera semana. Todo estaba en el libro. Conocí a Nick personalmente, tres semanas antes de empezar a rodar, y Dave vino al plató también con Karen; estar con ellos me ayudó a constuir el personaje».

«Quería hacer esta película porque pensaba que era muy importante, no solo trata de la adicción, sino de una familia que tiene que atravesar eso y recuperarse de ello. Cuenta una verdad muy dura, y tiene partes muy duras. Pero está lleno de un amor incondicional y esperanza. Cuando leí los libros me conmovió visceralmente. Vi muchas cosas que me interesaban que abordé en mis películas anteriores. Intenté no hacerlo, pero tuve que rodarlo. He aprendido mucho de esta película. Ha sido un viaje hermosísimo junto a Dave y Nick. Nos dejaron entrar en sus vidas y esencialmente las atravesamos. Hoy en día siguen siendo una familia hermosísisma llena de amor incondicional», afirmó el director.