El Ibex perdía ayer los 9.300 puntos en una sesión con claro signo negativo. La presión que ejerce el enfrentamiento entre Italia y Bruselas por los presupuestos, junto a los movimientos en los mercados de deuda a ambos lados del Atlántico, dibujan un panorama menos favorable que semanas atrás.

El Ibex retrocedió un 0,65%, hasta los 9.253,90 puntos. En los últimos cinco días cae un 1,44%, mientras que se deja un 7,87% en el año. También hubo números rojos en Fráncfort (-1,08%), París (-0,95%) y Londres (-1,35%).

Los inversores no terminan de creerse que el Gobierno italiano ceda, finalmente, a todas las demandas de Bruselas para modificar los límites de déficit y las proyecciones de gasto. Por otro lado, se mantiene el bono estadounidense a diez años en el 3,2%, máximos de 2011, mientras que en Europa se destacaba el aumento del rendimiento del bono alemán al acercarse al 0,60%, en niveles de mayo. La escalada de la rentabilidad de la deuda ha traído preocupación a los mercados, pendientes del comportamiento de la inflación y el posible recalentamiento de la economía estadounidense.

El informe de empleo de EEUU para setiembre no cumplió con las expectativas de creación de puestos de trabajo. Se contabilizaron 134.000 nuevas nóminas, frente a las 168.000 previstas. Por el contrario, la tasa de paro cayó del 3,9% al 3,7%, una décima más de lo estimado. Es su nivel más bajo desde 1969.

Dentro del Ibex, los peores fueron ArcelorMittal (-4%), Siemens Gamesa (-3,46%) y Cie Automotive (-3,42%). Todos los grandes valores, encabezados por Santander (-0,82%) y Repsol (-0,76%), cerraron en rojo. Los títulos de Aena (+1,62%), Acciona (+1,43%) y Viscofan (+1,20%) registraron las mayores subidas de la jornada.