La dirección de Volkswagen quiere cerrar cinco días la fábrica de Landaben, según expuso ayer en la Comisión Sindical de Seguimiento. Wolfsburg quieren que esos cinco días sea seguidos, mientras que Iruñea quiere que sean escalonados.

La decisión definitiva no se ha dado a conocer todavía a los trabajadores ni tampoco quién pagará los costes del cierre. En setiembre, Volkswagen aplicó un ERTE para cerrar cinco días la factoría, recayendo los costes en el erario público.

Tal y como ocurrió en setiembre, el argumento para proceder al cierre es la falta de motores que achacan a un proveedor, por lo que la cadena de montaje no podría seguir con su labor.

Desde LAB no se creen este argumento y consideran que realmente se debe a las consecuencias del fraude del diésel. En este sentido, recuerdan que al igual que Volkswagen, también Mercedes o Ford se están enfrentando a una situación similar.

En Gasteiz, LAB realizo ayer una concentración en la Plaza de Correos para denunciar que «el nuevo fraude del diésel puede traer despidos y precariedad» y que el objetivo de la patronal es que se les concedan ayudas y subvenciones de dinero público.

En este sentido, desde LAB de Volkswagen recuerdan que el Gobierno español del PP acordó con UPN una partida de 80 millones de euros para rejuvenecer la plantilla de la factoría de Landaben.