Iñaki Uriarte
Arquitecto
DÍA INTERNACIONAL DEL PAISAJE

El paisaje como patrimonio

Mañana se conmemora en los países de la Unión Europea el Día Internacional del Paisaje como una vinculante referencia cultural. Con tal motivo nuestro habitual colaborador, el arquitecto Iñaki Uriarte, relata algunas particulares de este amplio y variado legado de la naturaleza para la humanidad.

Constituye el primer tratado internacional dedicado a los aspectos del paisaje de Europa, destinado a la protección, gestión, ordenación y sensibilización de los países que lo han adoptado. Conceptualmente define que por paisaje «se entenderá cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos». Se incluyen paisajes naturales, semi-naturales, rurales, periurbanos y urbanos, abarca a todo el territorio e incluye parajes de gran valor, los cotidianos e incluso los degradados. En el Estado español entró en vigor el 1 de marzo de 2008.

Su adopción obliga a reconocer jurídicamente los paisajes como elemento fundamental del entorno humano, expresión de la diversidad de su patrimonio común cultural y natural y como fundamento de su identidad a definir y aplicar en materia de paisajes, políticas destinadas a la protección, gestión y ordenación. Asimismo, obliga a establecer procedimientos para la participación pública, así como a las autoridades a integrar el paisaje en los planes de ordenación territorial y urbanística y en otras que tengan un impacto directo o indirecto.

Reconociendo que estas directrices se incorporan en casi todos los niveles del urbanismo, merece considerarse su componente identitario, Europa y en otra escala Euskal Herria, es una suma de diversas idiosincrasias paisajísticas.

El paisaje en la literatura y el urbanismo. El concepto de paisaje aparece como testimonio en la literatura por las reflexiones que produjo a Francesco Petrarca (1304-1374) la escalada que hizo al Mont Ventoux en la Provenza en 1336. Cuando alcanza la cima de 1.909 metros escribe en latín: «Primum omnium spiritu quodam earis insolito et spectaculo liberiore permotus... quo magis inclinat animus». Que podría expresarse como: «Primero, debido a cierta insólita sutileza del aire y a la visión de aquel vasto espectáculo, me quedé como pasmado. Miro hacia atrás: las nubes estaban bajo nuestros pies; el Athos y el Olimpo empezaban a hacérseme menos increíbles, al ver en un monte menos famoso lo que había oído y leído sobre aquéllos. Dirijo después la mirada hacia tierra itálica, a donde más me inclina mi ánimo...». Petrarca percibe y goza del paisaje desde un punto de vista estético en un contexto espiritual, personal, profundo. En el sentido histórico, comenzará la atención por la naturaleza en cuanto paisaje.

Otro modo donde el paisaje adquiere una relevancia en el urbanismo y la arquitectura es en Pienza, en la Toscana, territorio de enorme belleza natural y artificial. El pequeño pueblo de Cosignano en una colina sobre el valle del Orcia y lugar natal de Enea Silvio Piccolomini, posteriormente el pontífice Pio II (1458-1464), preocupado por su prestigio una vez muerto encargó en 1459 al arquitecto Bernardo Gambarelli ,“il Rossellino” un proyecto urbanístico sobre un privilegiado espacio en la cumbre del pueblo con un extenso dominio sobre el valle. Mandó construir en torno a una plaza el Duomo (catedral), el Palazzo Borgia (episcopal), el Palazzo Pubblico y especialmente el Palazzo Piccolomini. Después cambiaría la denominación del pueblo, Pienza, la ciudad de Pio II.

Este palacio renacentista rectangular de tres plantas con un patio interior es una arquitectura urbana, con la cuarta fachada orientada al sur es una villa de campagna compuesta como una loggia, un mirador, un espacio cubierto pero abierto vinculando el palacio con el jardín contiguo a nivel inferior. Desde este privilegiado observatorio se divisa un panorama excepcional que refleja el disfrute por el paisaje con la fusión de la natura artificialis, el jardín, con la natura naturalis, la naturaleza del territorio. Pienza es desde 1996 Patrimonio Mundial.

La geografía. El territorio es el gran dictador de la naturaleza, ordena y manda, con su topografía, emplazamiento y climatología, componiendo parajes que con la intervención humana caracterizarán una determinada geografía por la enorme variedad de paisajes existentes agrícolas, forestales, geológicos, fluviales, marítimos, urbanos, industriales y otros inmateriales como lugares de memorias diversas.

Contemplando nuestro país, también se presenta esta riqueza de contrastados paisajes entre la cornisa del Golfo de Bizkaia, los surcos fluviales hacia las cuencas atlántica y mediterránea, ambas vertientes pirenaicas o las llanuras de la meseta en Araba y Nafarroa. Pero hay un aspecto a considerar. La Convención determina en su artículo 9: “Paisajes transfronterizos. Las Partes se comprometen a favorecer la cooperación transfronteriza a nivel local y regional y, en caso necesario, a elaborar y realizar programas comunes en materia de paisajes”.

Esta disposición implica a Euskal Herria en su actual división administrativa. Que el paisaje vincule lo que la política separa.