M.I.
PETRA

Rosales catalaniza la tragedia griega familiar

En su sexto largometraje, al igual que en todos sus trabajos anteriores, el experimentador Jaime Rosales inventa una nueva técnica narrativa, que ha bautizado como la mirada angelical. No se sabe de dónde procede, pero el espectador la percibe, dejándose llevar e interiorizando la tragedia familiar representada en la pantalla. El cineasta quiere ser honesto con el público y nunca le engaña, y para no jugar con el falso suspense le adelanta la información mediante intertítulos. También emplea por primera vez una banda sonora musical, pero a destiempo, como si anticipara los acontecimientos.

Rosales cambia de tercio con respecto a su anterior “Hermosa juventud” (2014), que filmó en Madrid en torno a la crisis obrera. “Petra” está localizada en L’Empordà, y versa sobre la burguesía catalana. La figura del patriarca, un auténtico villano de tragedia griega, la representa el no actor Joan Botey, conocido en la vida real por su faceta conservacionista del partimonio familiar. Ejerce del padre no reconocido que busca el personaje de Bárbara Lennie, que parece haber heredado el talento paterno para el arte plástico, pero necesitando dar con su propia identidad.

Honi buruzko guztia: PETRA