Bader Idrissi, de 35 años, fue detenido el pasado 10 de octubre en Pausu por gendarmes de la comisaría de Donibane Lohizune y policías de fronteras. Según testigos presenciales el joven «se encontraba muy alterado y visiblemente drogado». A las 18.50 irrumpió en una farmacia, luego en un quiosco y por último, en una vivienda particular.

En el momento de la detención el joven sufrió un desfallecimiento y tuvo que ser asistido por los servicios de urgencias que se acercaron al lugar. A continuación fue conducido al hospital de Baiona en estado grave, donde falleció tres días después.

En una entrevista concedida a Euskal Irratiak, el padrastro del fallecido denunció que los dispositivos de neutralización eléctricos que utilizó la policía en el momento de la detención fueron las causantes del paro cardiaco que sufrió Idrissi.

La familia espera los resultados de la autopsia que se darán a conocer próximamente.