Beñat ZALDUA
DONOSTIA

Iglesias y Junqueras se reúnen en la cárcel y piden al PSOE que se mueva

Ha pasado un año y han tenido que mediar unos presupuestos sin apoyo suficiente, pero el líder de Podemos, Pablo Iglesias, visitó ayer a los presos políticos de Lledoners. La principal reunión la mantuvo con Junqueras, que le pidió que Sánchez mueva ficha con la Fiscalía para sentarse a negociar las cuentas.

La última vez que Pablo Iglesias y Oriol Junqueras se habían visto las caras en vivo y en directo fue en casa del empresario Jaume Roures, a finales de agosto de 2017. Tanto ha llovido desde entonces que la siguiente reunión, ayer, se dio en la cárcel de Lledoners, donde el líder de ERC aguarda al juicio por orden del juez del TS Pablo Llarena. Entonces era Junqueras el que trataba de tantear a Iglesias de cara al 1-O. Ayer fue el de Podemos el que acudió a allanar el terreno para la negociación de los presupuestos del Estado. Ha tardado un año y llega obligado por las circunstancias, pero a las puertas de Lledoners, el líder de una de las principales fuerzas españolas aseguró ayer haberse reunido con unas personas presas «por hacer política y que deberían estar en libertad». No es todo lo que algunos esperan, pero cabría ponerlo en valor.

Sobre los presupuestos, las incógnitas siguen siendo grandes, igual que la sospecha de que puede haber más de lo que las declaraciones públicas indican. El diputado de ERC en Madrid Joan Tardà reiteró que las llaves que abren la puerta de la negociación presupuestaria las tiene el Gobierno de Pedro Sánchez. Es decir, que no se sentarán a hablar de las cuentas mientras la Moncloa no se mueva. Apuntó que «la mejor manera de demostrar ese movimiento es que el Gobierno inste a la Fiscalía» a cambiar su postura de cara al juicio contra el 1-O, de lo que cabe entender también que no es la única manera. «Cualquier movimiento que haga el Gobierno, lo analizaremos», añadió el veterano diputado.

Iglesias también fue escueto al respecto: «Nosotros hemos hecho nuestro trabajo, estamos contribuyendo a un diálogo y una distensión, y ahora le toca al Gobierno hacer su trabajo y moverse». No quiso entrar a valorar, sin embargo, si Sánchez debería instar o no a la Fiscalía a suavizar su postura.

Iglesias, que también estuvo con el resto de presos de Lledoners –Cuixart, Sànchez, Turull, Rull, Forn y Romeva–, fue más generoso a la hora de valorar «la buena sintonía» con Junqueras. «El nivel de acuerdo con ERC es amplio, creo que Esquerra y el grupo confederal estamos muy cerca», añadió Iglesias, pavimentando el camino de una futura colaboración, más allá de si Sánchez dé el paso que pueda desencallar los presupuestos o no. Un dato: sin los votos de los diputados de JxCat suspendidos, los escaños de la CUP dejan de ser determinantes. Pasan a serlo los de Catalunya en Comú, sucursal de Podemos.

 

La CUP decide hoy si deja de ocupar sus escaños mientras no se realicen votaciones clave

La CUP celebra hoy en Palamós (Girona) un Consejo Político Estratégico Extraordinario «para debatir la estrategia política a medio-largo plazo». Según avanzaron algunos medios catalanes, una de las propuestas que la dirección someterá a examen será la de abandonar los cuatro escaños y ocuparlos solo en «debates clave para tratar de soberanías y en aquellos que sean llevados al Parlament a través de movimientos sociales y populares». La propuesta también califica la actual legislatura como «la expresión más nefasta del soberanismo institucional de los últimos años». «La CUP no puede colaborar con ella ni avalarla», añaden en un texto en el que también piden nuevas elecciones «porque los programas que se votaron el 21 de diciembre no corresponden con lo que ocurre en el Parlament».

La formación independentista también anunció ayer que rechaza acudir a una reunión de partidos y entidades en Bruselas el próximo lunes. La cita la había puesto el president Carles Puigdemont y debía de transcurrir de forma discreta, pero ayer se filtró a los medios, lo que llevó a la CUP a considerar que la reunión «no responde a un espacio idóneo de debate multilateral», en palabras del portavoz Lluc Salellas. «Estos (espacios) deben responder a criterios de discreción, rigor, responsabilidad y mirada larga, y no deben ser espacios decisorios ni responder a voluntades electoralistas», añadió. GARA