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ciudad de guatemala

Miles de migrantes siguen varados en el puente entre Guatemala y México

Decenas de migrantes hondureños de los miles que aún seguían varados en la frontera entre Guatemala y México se lanzaron ayer al río Suchiate con la intención de pasar a territorio mexicano.

Miles de migrantes hondureños, entre ellos decenas de niños y bebés, seguían esperando ayer sobre el puente internacional que une a Guatemala y México a que este país decida abrir la frontera. Pasaron la noche a la intemperie. En medio de la desesperación, decenas de ellos comenzaron a cruzar el río Suchiate para llegar a territorio mexicano. Algunos lo hicieron en balsas de goma.

Pero poco después, la Policía mexicana prohibió a los balseros transportar hondureños y los agentes se quedaron en la orilla de México para impedir la llegada de los migrantes.

Tras seis jornadas de viaje a pie y haciendo dedo, la caravana de migrantes hondureños, integrada por unas 3.000 personas según Naciones Unidas, llegó el viernes a México, después de librar la barrera que había sido colocada por el Gobierno guatemalteco. Después de un primer momento de euforia, los migrantes fueron contenidos por la Policía Federal mexicana, que empleó gases lacrimógenos, desencadenando momentos de tensión.

El viernes, el presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, calificó el incidente en su frontera como «una situación inédita» y advirtió que su país no permitirá el ingreso a su territorio de «manera irregular y mucho menos de forma violenta».

Esta caravana ha sido fuertemente criticada por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien a través de su cuenta de Twitter ha amenazado a Guatemala, Honduras y El Salvador con quitarles la ayuda financiera si no la frenan y con enviar a las Fuerzas Armadas a la frontera sur con México.

Los migrantes huyen «de la violencia, de los altos costos de la canasta básica de nuestro país, del alto costo de la energía y de los altos costos del agua», resaltó uno de los organizadores de esta masiva movilización. Durante el trayecto, los hondureños han pasado por largas jornadas de caminata bajo el intenso sol y torrenciales lluvias. Pero también han encontrado solidaridad en la población guatemalteca que les brindó alimentos, agua y refugio en albergues.

Ante el drama, el sacerdote mexicano Alejandro Solalinde, defensor de los derechos de los migrantes, repudió en las redes sociales el cierre de la frontera e hizo un llamamiento para atender urgentemente a los hondureños varados. «Exijo al Gobierno (mexicano) que respete los derechos humanos de los migrantes», manifestó.

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se reunió ayer en la capital guatecon su homólogo Jimmy Morales. En una comparecencia conjunta, denunciaron que detrás de esta caravana se «esconden fines políticos».