Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

Netflix critica pero asume la cuota impuesta por Europa

Netflix ha asumido que se adaptará a la nueva ley europea que le obligará a partir de diciembre a ofrecer un mínimo del 30% de producción audiovisual europea. No obstante, añade que es contraria a la política de cuotas ya que ello no garantiza la calidad de los productos.

El pleno del Parlamento Europeo que tuvo lugar el pasado 2 de octubre dio luz verde a las nuevas normas destinadas a los servicios audiovisuales que obligarán a plataformas como Netflix, HBO o Youtube, además de a los canales tradicionales, a ofrecer un mínimo del 30% de producción europea en sus catálogos en la Unión Europea.

Netflix, una de las plataformas afectadas por esta cuota, aprovechó el comunicado que envió a sus accionistas para dar a conocer sus ganancias durante el tercer trimestre –4.000 millones de dólares en ingresos y un total de 137,1 millones de suscriptores– para dar a conocer su parecer en torno a la nueva legislación.

En dicha nota, el gigante del streaming explicó que «preferiríamos centrarnos en hacer que nuestro servicio, que ya incluye producciones locales, sea excelente en lugar de satisfacer cuotas. Las cuotas, independientemente del tamaño del mercado, pueden tener un impacto negativo tanto en la experiencia del cliente como en la creatividad», y añadió que la fórmula más efectiva para que un país apoye un contenido local fuerte es «incentivar directamente a los creadores de contenido local, independientemente del canal de distribución».

A pesar de su postura, la compañía también revela que ha incrementado su política de inversiones en producciones europeas, para así «poder cumplir con los requisitos mediante la evolución de nuestra oferta de contenido».

Además de Netflix, HBO y Amazon figuran como las grandes señaladas por esta nueva ley que entrará en vigor a partir del próximo mes de diciembre. Según la Comisión Europea que regula las redes de comunicaciones, el contenido y la tecnología, los 28 estados miembros también tendrán abierta la puerta a añadir una «subcuota de contenido nacional», una medida que ya exige Alemania y aplica Netflix en ese país.