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BRUSELAS-ROMA

Bruselas rechaza las cuentas del Gobierno italiano

El pulso entre la Comisión Europea y el Gobierno italiano respecto a la normas sobre déficit y deuda estructurales ha tomado un cariz más serio tras el rechazo oficial que ha recibido en Bruselas el plan presupuestario enviado desde Roma. Así se inicia un camino insólito hasta ahora en las instituciones comunitarias, ya que ha comenzado a correr un plazo de tres semanas para que el Gobierno italiano presente un nuevo proyecto, lo que este dice que no hará.

«Por primera vez la Comisión está obligada a pedir a un país de la eurozona que revise su plan presupuestario», subrayó el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y comisario para el Euro, Valdis Dombrovskis, en la rueda de prensa que ofreció ayer en Bruselas tras la reunión del colegio de comisarios en el que se abordó la cuestión.

La Comisión Europea (CE) pidió a Italia un nuevo borrador de presupuestos para 2019, tras confirmar que Roma no tiene intención de cambiar el presentado hasta ahora, que incumple las normas comunitarias sobre déficit y deuda estructurales.

El Ejecutivo italiano tiene tres semanas para remitir el proyecto actualizado, lo que, a tenor de las primeras reacciones de las autoridades transalpinas, parece difícil que vaya ocurrir.

El vicepresidente y líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Luigi Di Maio, insistió en que su Gobierno «está en lo correcto» al defender su plan presupuestario para 2019. «Sabemos que si nos rendimos, los expertos a favor de los bancos y de la austeridad volverán con rapidez, y por eso no nos rendiremos», dijo en un mensaje lanzado en las redes sociales.

Di Maio también argumentó que la intención del Ejecutivo bipartito es «salvaguardar los derechos sociales de los italianos», a lo que añadió que no defraudará a los votantes.

El otro vicepresidente del Gobierno y líder de la Liga, Matteo Salvini, se había manifestado en la misma línea poco antes de que la CE rechazara oficialmente el texto presupuestario. Advirtió de que «el único organismo que podrá decidir sobre los presupuestos y mejorarlos es el Parlamento italiano», y no las instituciones europeas.

Salvini afirmó que el Ejecutivo que preside Giuseppe Conte «seguirá adelante», a pesar del rechazo de la Comisión, defendiendo sus cuentas para poder aplicar políticas que mejorarán la vida de los ciudadanos y que necesitan de un aumento del gasto público.«No tenemos intención de salir del euro ni de la UE pero queremos cambiar las reglas de Bruselas que dañan a Italia», expuso Salvini.

Zapatazo en Twitter

Las diferencias entre Bruselas y Roma se expresaron de forma más virulenta en Twitter, con Angelo Ciocca, eurodiputado de la Liga, como protagonista. Este recuperó los papeles que había leído el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovivi, al censurar el presupuesto de Italia, los puso sobre una mesa, tomó uno de sus zapatos con la mano y los pisoteó ante la prensa en una sala del Parlamento de Estrasburgo.

«He pisoteado con una suela ‘Made in Italy’ la montaña de mentiras que Moscovici ha escrito contra nuestro país», señaló en el mensaje que acompañó con un vídeo de la inusual escena. «Italia merece respeto y estos ‘euroimbéciles’ lo tienen que entender. ¡No bajemos más la cabeza! ¿He hecho bien?», se preguntó Ciocca.

En esa misma sala de prensa, Moscovici había comentado minutos antes que el Ejecutivo comunitario no está «frente a un caso que roce los límites» de las normas de la UE sobre presupuestos, sino «ante una desviación clara, asumida e incluso reivindicada por algunos».

Por ello, instó a las autoridades italianas a enviar el nuevo presupuesto lo antes posible e insistió en que Bruselas «no pone en cuestión las prioridades del Gobierno italiano», sino el «impacto presupuestario» de las políticas sobre los ciudadanos. Como el vídeo de Ciocca se difundió rápidamente por Twitter, el propio Moscovici lo valoró en respuesta a un comentario de un periodista. «Creía que se trataba de un trabajador del Parlamento que recuperaba mis notas. ¡No, era un diputado! Los que destrozan los textos y las decisiones a golpe de zapato no respetan ni las reglas, ni las instituciones ni la democracia. Ni siquiera respetan su función», escribió Moscovici.

En un tono más serio, el presidente de la patronal italiana Confindustria, Vincenzo Boccia, afirmó que «es evidente que alguien quiere un enfrentamiento con la Unión Europea» y asumió que «es evidente» que el Gobierno sabía que la CE rechazaría el plan presupuestario.