Koldo CAMPOS
Escritor

¿Cerramos la publicitaria?

Un día, de boca de Dolores Ripoll, abogada del Estado en el llamado caso Nóos, supimos que el viejo lema de que «Hacienda somos todos» era solo publicidad, un anuncio, nada más que eso.

Después supimos que la declaración del rey de que «todos somos iguales ante la ley» también era un anuncio, un simple comercial de un monarca «inviolable y no sujeto a responsabilidad» según reza el artículo 56,3 de la Constitución y que en lugar de emitirse entre el de la crema de caracol y el de la mortadela se hacía público durante el tradicional mensaje navideño real. Ahora hemos confirmado que los tres independientes poderes del Estado no son independientes. Era un anuncio más, otro comercial, que la verdad es que son el ejecutivo, el legislativo y el bancario; y que los derechos humanos son la última joya que oferta la Galería del Coleccionista; y que el Estado tampoco es una «comunidad social con una organización política común y órganos de gobierno propios, soberana e independiente» como afirma el anuncio sino una cloaca.

Algún día vamos a acabar sabiendo que nosotros también éramos un anuncio, que no éramos personas sino excedentes, residuos, daños colaterales. ¿Cerramos la publicitaria?

(Euskal presoak Euskal Herrira/ Llibertat presos politic/ Altsasukoak aske).