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Bolsonaro invoca a Dios y la Constitución al comenzar la transición en Brasilia

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, invocó ayer a Dios y la Constitución y recibió mensajes sutiles a favor de la tolerancia al asistir a su primera ceremonia formal desde que ganó los comicios de octubre, durante una sesión solemne en el Congreso por el 30 aniversario de la Carta Magna de 1988.

«En democracia, hay un solo norte: el de nuestra Constitución», declaró el ultraderechista, invitado a tomar la palabra en esa ceremonia en Brasilia, en presencia del mandatario saliente, Michel Temer, de los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, del Supremo Tribunal Federal y de la fiscal general, Raquel Dodge, quien al término de la sesión recordó que la Constitución de 1988 «dio garantías» para luchar contra la corrupción y defender el medio ambiente, las libertades, la autonomía universitaria y la igualdad de género y para combatir «la discriminación que aún existe en nuestro país».

El presidente electo, que asumirá el cargo el 1 de enero, llegó a Brasilia para iniciar la transición. Hoy se reunirá con Temer. En su breve alocución, Bolsonaro, admirador de la dictadura militar (1964-85), celebró el texto que organizó la vida democrática de los últimos 30 años y evocó varias veces a Dios.

En campaña se declaró «esclavo de la Constitución», tras verse obligado a desautorizar a su compañero de fórmula, el general retirado Hamilton Mourao, que sugirió redactar otra con un equipo técnico, prescindiendo del Congreso y del electorado.

La llegada de Bolsonaro al poder está acompañada por cierta ansiedad social, debido a sus propuestas de flexibilizar el porte de armas y a una carrera marcada por declaraciones discriminatorias contra mujeres, negros y gays.

Hasta ahora, Bolsonaro solo ha confirmado a Paulo Guedes en Economía, al general Augusto Heleno en Defensa, al astronauta y teniente coronel Marcos Pontes en Ciencia y Tecnología, al juez Sergio Moro en Justicia y al diputado Onyx Lorenzoni en el despacho de Presidencia, que controla todos los resortes del poder, y se esperan nuevas definiciones en los próximos días.

Sobre lo que no hay duda es sobre el relieve que tendrán las Fuerzas Armadas durante su mandato. Ayer dijo a los periodistas que «nada es más justo que un reconocimiento a las Fuerzas Armadas», sobre todo porque «los militares tendrán un lugar importante en el Gobierno». También reiteró que «la vieja forma de hacer política no resultó y se acabó» e insistió en que no ofrecerá cargos en el Gobierno a cambio de votos en el Parlamento.