M.I.
LAZZARO FELIZ

Una fábula sobre los cambios sociales

El festival de Cannes mantiene un estrecho idilio con la cineasta italogermana Alice Rohrwacher. Su ópera prima “Corpo celeste” (2011) obtuvo el premio a la Mejor Dirección Novel, y con su siguiente “El país de las maravillas” (2014) recibió el Gran Premio del Jurado que le valió su consagración internacional. Con este tercer largometraje “Lazzaro felice” (2018) de Cannes se llevó el premio al Mejor Guion, y de Sitges el Premio Especial del Jurado.

“Lazzaro felice” remite a la personal forma de realismo mágico que la Rohrwacher utiliza en sus películas, a la que suma un compendio de las enseñanzas de los grandes maestros italianos como De Sica, Pasolini, Olmi o Fellini. La película es una alegoría sobre las transformaciones sociales en el país, pasando de la Italia rural a la urbana, del universo pastoril al apocalíptico. Lo curioso de esta fábula sobre un ser puro, un inocente campesino que viaja del campo anclado en el pasado a la ciudad moderna, es que está inspirada en hechos reales sobre la existencia cierta a mediados del siglo XX de un latifundio en el que una poderosa marquesa, en la ficción interpretada por la veterana Nicoletta Braschi, explotaba a la población local como en la época feudal.