GARA
BILBO

La ministra se reúne con La Naval sin nada concreto sobre la mesa

La presencia por sorpresa de la ministra de Industria, Reyes Maroto, elevó la dimensión de la reunión ayer con el comité de La Naval. No hay novedades más allá de la opción de recuperar la draga que se daba por perdida, pero la cita abre ciertas esperanzas en la plantilla. Madrid, no obstante, reclama que no se hable siquiera de nacionalización.

La representación de la plantilla de La Naval ha logrado que la ministra de Industria, Reyes Maroto, se siente en la mesa, pero poco más hay de momento. La cita en Bilbo anunciada el viernes cobró una dimensión mayor al trascender ayer a primera hora que en ella estaría la titular de Industria, Comercio y Turismo. No así la consejera de Lakua, Arantxa Tapia, con quien el comité tuvo un rifirrafe en la reunión anterior y que ayer a esa hora estaba en un acto de impulso al TAV en Irun. Lakua estuvo representado en la cita por Iñaki Tellechea, director de Promoción Empresarial de SPRI.

Tras la reunión, que se prolongó hora y media, el secretario de Estado de Industria, Raúl Blanco, destacó que «se van a agotar todas las posibilidades» para que el armador holandés Van Oord finalice la draga Vox Alexia en el astillero de Sestao. No obstante, abogó al mismo tiempo por «no abrir debates tremendamente complicados»&flexSpace;en lo referente a las demandas de adquisición pública de La Naval. Reiteró que chocaría con la normativa europea.

En la reunión estuvieron también el delegado del Gobierno español en la CAV, Jesús Loza, y el subdelegado en Bizkaia, Vicente Reyes. Blanco aseguró que Madrid es «plenamente consciente de la importancia de La Naval en lo que es el tejido industrial vasco y español» y también «del calendario, que no rema a favor de la situación».

Además, incidió en que la posible entrada de un inversor privado es «una de las posibilidades y se trabaja en ello con la máxima celeridad dado el calendario tan comprimido con el que contamos», aunque al respecto no se ofreció ningún detalle nuevo.

En referencia a la petición del comité de empresa de que se traslade carga de trabajo de Navantia, el secretario de Estado advirtió de que al tratarse de otra empresa se está ante «posibilidades difíciles, complicadas y que hay que valorarlas con mucho cuidado».

Esperanza sostenida

Por su parte, el presidente del comité sestaoarra, Pedro González, manifestó su satisfacción por que, después de «tanto tiempo», se abriera una mesa de diálogo de ese calado político. Calificó de «aceptable» la posición mantenida por Madrid y Gasteiz, pero el único dato que detalló es que siguen trabajando para que Van Oord culmine la draga en Sestao y que sobre esta posibilidad «las puertas no están cerradas».

Por su parte, el secretario del comité, Juanjo Llordén, precisó que en la próxima reunión esperan que les puedan informar sobre la petición para transferir carga de trabajo de Navantia y sobre las posibilidades de que Van Oord haga la draga porque «no lo damos por perdido», aunque expuso que «está muy difícil»&flexSpace;después de que el pasado lunes el armador trasladara que sin un inversor de futuro no habría más negociación.

¿Informe para hacerla público?

Junto a ello, Llordén dijo que el Gobierno estatal se ha comprometido a elaborar un informe sobre las condiciones para una eventual adquisición pública del astillero, algo que dijo que no analizaba el estudio del Gobierno Urkullu, que era «muy pobre». Esta «nacionalización»&flexSpace;fue enfriada, en cambio, en las palabras del secretario de Estado español.

«Esperemos que en dos semanas podamos avanzar algo más que hoy –siguió Llordén–. Han trabajado mucho, no lo dudo, pero resultados no hay ninguno. Antes de acabar el año seguramente estaremos toda la plantilla en casa y eso es lo que queremos evitar», añadió.

«Mi sensación es que hay que tener más voluntad. Es posible comprar, pero el Gobierno tiene miedo a que hay muchos casos de muchas empresas con problemas y tiene miedo a empezar con una», agregó el secretario del comité, que tras recordar que si se cierra el astillero el 88% de la plantilla será público, no descarta que por tanto se pueda dar mayoría de accionariado público en La Naval.

Juanjo Llordén apostilló que lo que él no contempla es que vaya a aparecer un inversor como en «un juego de magia», que «nos vaya a coger a todos, mantener las mismas condiciones y hacer el mismo producto».