Joseba ITURRIA
GETARIA
Elkarrizketa
JUAN LUIS LARREA
PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN GUIPUZCOANA DE FÚTBOL

«Salen futbolistas en Gipuzkoa porque se trabaja con seriedad»

Lleva 37 años en la directiva, 31 como presidente, de una Federación que celebra su Centenario y anuncia que dejará su puesto en 2020 satisfecho por ver la evolución del fútbol guipuzcoano a nivel de instalaciones, a lo que han ayudado los 30 años que ha estado en la Española, los últimos ocho meses como presidente. Defiende la gestión de Villar y destaca que los árbitros decidieron las elecciones.

La fiesta vivida el viernes en Getaria demostró la envergadura de la Federación Guipuzcoana, capaz de conseguir que los siete cocineros guipuzcoanos más reconocidos prepararan una cena para más de 500 invitados, con todos los representantes del fútbol guipuzcoano, antiguos jugadores de la Real, entrenadores como Asier Garitano, Javi Clemente, Salva Iriarte y John Toshack, con Alberto Ormaetxea representado por su viuda, presidentes como Jokin Aperribay, Iñaki Alkiza, Luis Uranga y Juan Larzabal, Ángel María Villar o José Luis Mendilibar en un acto en el que actuaron el Orfeón Donostiarra y La Oreja de Van Gogh y trabajaron decenas de personas con el exfutbolista Joseba Arriaga como uno de sus responsables. Larrea no se podía haber imagina un acto así hace 37 años.

¿Cómo entra en la Guipuzcoana en 1981 y presidente en 1987?

Remaba en Ur Kirolak y jugaba a fútbol empresas. Entro en la Federación porque el presidente Joseba Arzak me escucha en una intervención de compromisario de la Real en una Asamblea con José Luis Orbegozo y con Patxi Gabilondo recién incorporado me anima a ser directivo. Cuando lo deja siete años más tarde fundamos la Federación Vasca con Félix Etxeberria como presidente de la Alavesa y Ángel María Villar de la Vizcaina en el 88 y me animan a ser presidente. Entre otros le tengo que culpar al difunto Iñaki Sarriegi. Con la ayuda de los directivos seguimos. Llevo 31 años y seguiré hasta 2020 porque somos un grupo, mi idea es dejarlo y que lo encabece otra persona.

Solo hubo una alternativa en 2008, con una dura pugna con 57 votos frente a 51 y después ha conseguido volver a unir a todos.

Son puestos no remunerados que la gente no los pretende. Solo optó Jaime Barriuso, el expresidente del Eibar desgraciadamente fallecido. Era una etapa convulsa en la Real y la Diputación, a la que estoy muy agradecido por muchas cosas como las ayudas a los campos de fútbol, en aquella ocasión entró donde no tenía que entrar, tomaron parte y se equivocaron las personas que estaban en ese momento. Entendía que no había división y alguien se encargó de dividir. Intentamos unificar todos en la misma dirección, no son las ideas de Juan Luis Larrea, sino de una plancha de 18 personas que trabajamos por la Federación y el fútbol guipuzcoano. Después hemos pretendido unificar el fútbol y en 2012 y 2016 no ha habido más candidaturas. Me encantaría que el fútbol estuviera más unificado trabajando. Yo por lo demás sobro.

¿Qué ha cambiado en el fútbol guipuzcoano desde 1981?

Sobre todo las instalaciones. El primer campo que hicimos fue el de Matigoxotegi de gravilla con dinero aparcado del Mundial de 1982. A partir de ahí, tenemos todos de hierba artificial gracias a los ayuntamientos y la Diputación. Con acuerdos a tercios hemos conseguido que Gipuzkoa tenga muy buenas instalaciones, con localidades con dos y tres campos. Sin olvidar la transformación de la ciudad deportiva de la Real, de lo que era Zubieta a lo que es. Recuerdo a la Real entrenándose en Mundaiz y ahora tiene grandes instalaciones en las que se hacen pruebas, torneos, y eso ha beneficiado al fútbol guipuzcoano.

¿El mayor aumento de licencias se dará en el fútbol femenino?

Sí es lo que más ha evolucionado, pero recuerdo con Joseba Arzak de presidente la final entre Gìpuzkoa y Galicia en el Camp Nou. Nos ganaron las gallegas, en aquel momento el fútbol femenino guipuzcoano era pionero con el Añorga y el Oiartzun. Pero ha crecido mucho más. En el resto depende de la natalidad. No podemos ser muchos más, pero metiendo el tema escolar la práctica se ha multiplicado.

Aunque desde benjamines y alevines se practica la pluridisciplina, como primer actividad casi todos eligen el fútbol y luego en cadetes van a la disciplina que mejor se les adapta. Con las carreras universitarias los que no tienen aspiraciones se desvían al fútbol sala o al fútbol empresa, aunque se han fomentado filiales para los que pasan de juvenil y no pueden jugar en Tercera o División de Honor con la idea de mantener la cantera.

¿Ha compatibilizado el cargo con el de Tesorero de la Española y el de presidente el último año?

Desde que Ángel María Villar entra en 1988 he estado 29 años como Tesorero y cuando el 18 de julio de 2017 lo llevaron detenido, el 25 provisionalmente accedo a la presidencia y lo que en principio parecía para quince días se alargó ocho meses. En ese tiempo el resto de compañeros ven que lo hacemos bien tras una intervención del CSD y me animan a presentarnos. Era un tema que nunca me lo hubiera planteado, pero me animan, me presento, no salgo y vuelvo a mi casa tras demostrar que las cosas se pueden hacer bien. Porque en defensa de Ángel diré que era tesorero y nadie se ha metido conmigo. No debíamos hacer las cosas tan mal...

Con nosotros se ha creado la Ciudad Deportiva con 20.000 metros cuadrados en Las Rozas, seis campos de fútbol, unas instalaciones, una sede social y un museo que eran impensables. Hay una residencia en la que se alojan las selecciones españolas para las concentraciones y todo eso tiene su porqué. Y dos Europeos, un Mundial y títulos todos los años en categorías inferiores. Se ha ayudado al fútbol y nadie se ha llevado dinero a su bolsillo. Ángel ha dedicado su vida a esto, ha estado en UEFA y FIFA en los comités ejecutivos con remuneraciones pírricas. La Justicia deberá decir lo que sea, pero no ha habido nada.

¿Por qué hay esa campaña de determinados medios contra él?

Al final nos aburrimos de las personas. Él pasa de ser jugador del Athletic a presidente de la Vizcaina y la Española muy joven. Empezó con 38 y le quitan con 66, una vida dedicada al fútbol en el campo y los despachos y logró grandes cosas. El tiempo dará y quitará razones.

¿A qué achaca que saliera elegido Rubiales en lugar de usted?

Decidió las elecciones el colectivo arbitral, que engaña a su presidente Victoriano Sánchez Arminio, que va a apoyar lo que representa y esos votos se van para el otro lado. Si hay una directiva de once personas y la mayoría cambian son 22 votos. En este momento se empiezan a ver cosas, como la elección del nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros (Velasco Carballo) y la subida de emonumentos del colectivo arbitral. Compromisos adquiridos.

Pero me quedo satisfecho con lo que hice. Fui el firmante del VAR, que nace en mi etapa, solicitamos a la FIFA autorización para iniciar el proceso y mejorar el arbitraje. Echas de menos una casa que ha sido la mía, pero ahora vivo mucho más tranquilo disfrutando de los nietos.

¿Qué le parecen los primeros meses de gestión de Rubiales?

Le deseo lo mejor, que acierte. No he tenido la oportunidad de debatir con él. Está allí y yo no he vuelto. No tengo nada contra él, lo sigo desde fuera y no podrá decir que me haya inmiscuido en nada. Me dedico a la Guipuzcoana lo mejor que puedo.

¿Y la destitución de Lopetegi?

No me agradó. Es un amigo mío, le pusimos y acertamos. Le había ofrecido la renovación, pero en esa interinidad entendimos que era mejor que lo hiciera el entrante. A cuatro días del Mundial no se puede cambiar de entrenador. Aunque tengo una relación magnífica con Fernando Hierro, no sé qué hubiéramos podido hacer con Julen. Me dio mucha pena, como lo que ha pasado en el Madrid. Hay muy poca paciencia y le deseo lo mejor porque es un gran entrenador.

¿Le ayudó al fútbol guipuzcoano su presencia en la Española para lograr ayudas para los campos?

Por el conocimiento de los entresijos del fútbol. Le he apoyado todo lo que he podido sin quitar a nadie nada. Para Gipuzkoa ha sido bueno y espero que sigamos bien posicionados.

¿Por qué Gipuzkoa es el territorio que saca más y mejores futbolistas en proporción a su población?

Porque nos lo tomamos con seriedad. No solo en el fútbol, en todos los deportes. Pese a ser un deporte de grupo, las individualidades han hecho grandes grupos, como en nuestras Ligas, que tuve la satisfacción de verlas. Y siguen saliendo jugadores guipuzcoanos que exportamos porque lo hacemos bien, somos sufridos, trabajadores, serios en todos los órdenes, xomorros y muy competitivos, que es lo que hace un grupo serio de trabajo.

¿Qué supone tener a la Real y al Eibar en Primera?

Es un premio impensable. A la Real le pellizca un poco, pero se tienen que entender. Son modelos diferentes que deben ir en sintonía. El Eibar en dos años va a tener instalaciones nuevas. Aunque ya lo hace bien, quiere trabajar más la cantera y parecerse más al modelo de la Real. Parecía que podía ser un sube y baja y se está consolidando en un momento en el que hay dinero en Primera. Y eso favorece a todos. A Gipuzkoa le viene maravillosamente y eso tiene que revertir en el Fútbol, tienen que beneficiarse todos los clubes de la cantera, que deben tener más ayudas por su esfuerzo.

Siempre ha defendido que la Real tenga su base en la cantera...

Cuando lo hemos hecho no nos ha ido mal y están en ello. Decía Toshack, un excelente entrenador y amante de la Real, que cuando fichaba un extranjero lo hacía para ganar tiempo. Si no hay en casa hay que encontrarlo fuera. Han dado el salto media docena de jugadores del Sanse que pueden competir bien y hay que ganar tiempo con extranjeros porque la competición es muy difícil. (Justo en ese momento le llama Toshack por teléfono...) Tengo mucha relación de amistad con él. Ha querido venir a la cena de gala. Es parte de la historia del fútbol guipuzcoano. Nos ha dado la única Copa desde que se fundó la Federación. Estuvo tres veces en la Real, en la primera hizo historia y en la última ayudó en un momento complicado. Siempre ha andado por aquí. No vive en San Sebastián, pero vive San Sebastián, le gusta estar por las calles nuestras, disfruta de esto y siempre que viene me llama. Y ha sido cliente mío en el banco.

¿Ha hecho amigos con el fútbol?

Me ha dado muchos conocidos porque tiene muchísimo eco y de ellos han salido muy buenos amigos, como Javier Clemente. Lo conocí cuando era entrenador del Espanyol, tuvimos un contacto y con Miguel Santos formamos un trío que cualquier día nos juntamos. Como los que han sido compañeros míos de la Junta, como Pedro Cortés, delegado de la Federación que fue presidente del Valencia y, por supuesto, Ángel María Villar, del que dije que era como mi hermano. Aunque los hermanos a veces nos distanciamos, hemos tenido muchísima relación.

¿Su decisión de dejar la presidencia en 2020 es firme?

Sí, la intención es esa. Tendré 67 años y ya es un momento de disfrutar, aunque es verdad que la Federación también ha sido un entretenimiento. Llevo mucho. He dedicado mucho tiempo al fútbol, con una excelente sintonía con la Diputación trabajando la cantera, para que siga dando los frutos para nutrir a nuestro equipo y tener un excelente nivel deportivo. Seguro que hay muchas cosas por hacer y la persona que venga lo hará diferente. Esta ha sido nuestra casa y parece que te da pena, es lo que me falta con la Española. Pero, ahora que no voy, a lo bueno uno se acomoda fácil. Era un trastorno tener que ir y venir. Aquí estamos como en casa.

Y ha tenido la satisfacción de ver a su hijo Gorka jugar en la Real...

Ha sido ilusionante. Estuvo once años en la Real, salió cedido al Almería, ascendió y cuando volvió desgraciadamente fue el año del descenso. Se fue al Levante y volvió a ascender. Se marchó a Montreal e Indianapolis... Es terrícola, le gusta el fútbol mundial. Es un loco del fútbol, tiene el título de entrenador en todos los niveles, el UEFA Pro con buen nivel, quedó segundo en la promoción, y está dispuesto a todo.