Nerea GOTI
BILBO

Demanda de «verdad completa» en el recuerdo a Brouard y Muguruza

Los homenajes a Santi Brouard y Josu Muguruza pusieron en cuestión el suelo ético de un relato y un reconocimiento oficial que agranda cada día la distancia entre victimas de uno u otro lado, como si unas violencias tuvieran responsables y otras no. Allegados reclamaron «verdad completa» para hacer justicia.

34 años después de que Santi Brouard muriese tras ser tiroteado en su consulta de pediatría en Bilbo y 29 años después de la muerte de Josu Muguruza, también tiroteado en Madrid horas antes de recoger su credencial como diputado electo de Herri Batasuna, familiares, amigos y compañeros de militancia recordaron ayer en sendos actos el legado político y humano de ambos y pusieron en el centro del debate la necesidad de «verdad completa» sobre la violencia que acabó con sus vidas.

En Ametzola, tomó la palabra Ane Muguruza, para comenzar extendiendo el homenaje a Santi y Josu a todas las personas que han sufrido la violencia del Estado, «tantas veces silenciadas, menospreciadas y justificadas». Citó a las víctimas de la violencia practicada por el Estado, la guerra sucia, la tortura y demás expresiones de violencia ejercida por los cuerpos policiales. «Todavía ninguna institución pública ha extendido ninguna exigencia de asunción de responsabilidad al Estado español, ni a los cuerpos policiales ni a los responsables políticos de los asesinos de nuestros familiares», remarcó la hija de Josu Muguruza.

Ahondó en la «distancia» que existe entre su reconocimiento como víctimas y el que se dispensa a otras y se refirió al hecho de que parte de la clase política insista en un relato abstracto, «como si la violencia que nos golpeó careciese de un sujeto responsable».

Recordó que mantienen intacto su compromiso con la construcción de la convivencia, pero que en ese camino es imprescindible reconocer que Santi y Josu fueron «asesinados en el contexto de un conflicto político», porque omitirlo es «la mejor manera de que queden impunes esos crímenes y a la vez la forma más burda de intentar situarnos a nosotras como víctimas sin victimarios».

«Es hora de hacer frente, de una vez por todas, a lo que el conflicto ha supuesto y a todas sus consecuencias», manifestó Ane Muguruza, en representación de la fundación Egiari Zor, en un acto en el que participaron varios cientos de personas y al que asistieron, representantes de LAB, numerosos electos de EH Bildu junto al coordinador general de la coalición independentista, Arnaldo Otegi, así como representantes de PNV, entre ellos la secretaria del EBB, Josune Ariztondo, y de Elkarrekin Podemos y PSE.

Del monolito que recuerda a Santi Brouard en el parque de Ametzola, el acto se trasladó a Errekalde, donde se repitió el aurresku y la ofrenda floral para recordar a Josu Muguruza en el barrio en el que creció. «Estamos inmersas en una batalla teledirigida, como sus muertes, también desde oscuros despachos, para intentar hacernos tragar con ruedas de molino un relato de vencedores y vencidos», en el que «se trata de omitir la violencia practicada por el Estado», destacaron compañeros de militancia política que reclamaron «verdad completa, reconocimiento y reparación». Sortu puso de relieve ambas figuras y, en una manifestación, ante la subdelegación del Gobierno, exigió al PSOE que asuma sus responsabilidades.