El Ibex sufrió ayer una nueva caída, la quinta consecutiva, que le llevó a perder hasta los 8.900 puntos. Tuvo que ceder por la fuerte presión bajista de Wall Street, que cerraba el lunes con notables pérdidas y ayer seguía por el mismo camino en la apertura. El desgaste del sector tecnológico parece ya inevitable, a la vista de su comportamiento de las últimas semanas. Ya quedan lejos los récords de capitalización alcanzados por Apple y Amazon, cuando superaron el billón de dólares y los índices lo celebraban concatenando máximos históricos. Los analistas empiezan a dar por terminada la fiesta tecnológica de estos últimos años y, además, avanzan serios problemas para la economía estadounidense con el fin del efecto de los estímulos fiscales introducidos por Trump.

El batacazo de Nueva York se suma a las preocupaciones de los inversores por el Brexit y el enfrentamiento de Italia con Bruselas, que puede terminar en la apertura de un expediente sancionador al no haber modificado sus presupuestos. El rendimiento del bono italiano se mantenía por encima del 3,60%, mientras que la prima de riesgo se acercó a los 330 puntos.

El Ibex poco pudo hacer en este contexto tan negativo para sostenerse sobre los 9.000 puntos, nivel del que no se apeaba desde el 7 de noviembre. Hoy saldrá con 8.866,50 puntos, tras restar un 1,55%. No fue diferente el camino del resto de índices europeos: Fráncfort descontó un 1,58%; París, un 1,22%; y Londres, un 0,76%.

Por valores del Ibex, descuentos para ArcelorMittal (-4,74%), Merlin (-3,94%), Acerinox (con un -3,28%) y Amadeus (-3,04%). De los pesos pesados, el peor fue Santander (-2,93%), seguido de Repsol (-2,08%), BBVA (-1,19%) e Inditex (-1,03%). Dia (+6,81%) encabezó las subidas.