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Ciudadanos se postula sin descartar nada, tampoco a Vox, y el PP guiña a los ultras

Ciudadanos y PP exigen para sí la presidencia de Andalucía en un pacto de «cambio». Mientras los segundos asumen sin complejos el apoyo de los ultras de Vox, Cs prefiere lograrlo con la abstención del PSOE, aunque se niega a quemar ninguna nave para lograr su objetivo.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, anunció que dará prioridad a negociar un Gobierno de «cambio» en Andalucía con el PP, pero insistió en que la Presidencia de la Junta debe ocuparla Juan Marín, candidato de su formación, tercera en las elecciones del pasado domingo.

Al PSOE, que sigue siendo primera fuerza política en Andalucía pese a su histórica pérdida de votos y eacaños, le instó a «asumir la derrota, pasar a la oposición» y permitir, con su abstención en la investidura, que gobiernen por ese orden Ciudadanos y el PP, que, pese a un descalabro similar al de los socialdemócratas, logró evitar el sorpaso de Ciudadanos y mantenerse como segunda fuerza.

Al término de la reunión del Comité Ejecutivo del partido, Rivera justificó sus exigencias señalando que Ciudadanos «ha multiplicado sus votos» en las elecciones autonómicas, que una parte de ellos proceden de personas que anteriormente votaron al PP o al PSOE y que estos dos partidos han perdido apoyos, por lo que deben mostrar «humildad».

Negociar con los ultras

Rivera defendió el constitucionalismo y la moderación pero se negó a excluir un acuerdo con Vox. «Con cinco partidos en el arco parlamentario y un cambio a ejecutar, sería una irresponsabilidad ponernos a descartar todos los escenarios«, respondió al ex primer ministro francés Manuel Valls, que aspira a la Alcaldía de Barcelona con el respaldo de Cs y espera que la formación naranja no pacte con Vox. Rivera desoyó al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que se mostró abierto a permitir que gobierne Cs con el PSOE a cambio de que el PP y Vox queden fuera y le recordó que sus aliados liberales en la UE no entenderían que negociara con los ultraderechistas.

Por contra, Adelante Andalucía, coalición de Podemos e IU, descarta un eventual apoyo a Cs, en palabras de su candidata, Teresa Rodríguez.

El que no parece tener problemas de conciencia con Vox es el PP de Pablo Casado. Su secretario general, Teodoro García Egea, está dispuesto a estudiar la propuesta del presidente de Vox, Santiago Abascal, de cerrar Canal Sur. «Prefiero no tener Canal Sur y tener endoscopios en los hospitales de Almería», señaló.

El candidato del PP, Juanma Moreno, no ve «isensato» que Cs exija la presidencia con cinco escaños menos que ellos.