En el marco de las conversaciones auspiciadas por la ONU que ayer arrancaron en Suecia, el Gobierno yemení y los huthíes plantearon nuevas exigencias cada uno por su lado antes de iniciar las negociaciones.

El Gobierno exigió a los huthíes que se retiren totalmente de la ciudad estratégica portuaria de Hodeida, mientras que estos amenazaron con impedir que los aviones de la ONU utilicen el aeropuerto de la capital, Sanaa, si las conversaciones en Suecia no desmbocan la reanudación del tráfico aéreo civil.

El aeropuerto internacional de Sanaa –bajo control huthí– fue cerrado al tráfico comercial civil en marzo de 2015 por la intervención militar liderada por Arabia Saudí.

«Es una oportunidad única»

Estas negociaciones, auspiciadas por Naciones Unidas, empezaron con un llamamiento del mediador de la ONU a aprovechar esta «oportunidad única» para encaminar hacia la paz a este país devastado por cuatro años de guerra que han dejado más de 10.000 muertos y han llevado a 14 millones de personas al borde de la hambruna.

«En el transcurso de los próximos días tendremos una oportunidad única para hacer avanzar el proceso de paz», declaró el británico Martin Griffiths a la prensa en presencia de las delegaciones del Gobierno y los huthíes. Pero ninguna de las dos partes ni tampoco los observadores se hacen muchas ilusiones sobre las probabilidades de avances. Es la tercera vez que ambas partes se sientan. Griffiths en persona se desplazó hasta la capital yemení para recoger a la delegación huthí, que llegó a Estocolmo el martes por la noche. Los representantes gubernamentales lo hicieron un día después desde Ryad.

Hasta la fecha han fracasado todos los intentos de poner fin a la guerra en el país más pobre de,mundo árabe, que sufre la peor situación humanitaria del mundo, según la ONU.

La ronda de contactos se celebra cerca de Rimbo, en un centro de conferencias del castillo de Johannisburg, un amplio dominio situado unos 60 km al norte de Estocolmo.

Los huthíes «no ahorrarán ningún esfuerzo en hacer que las negociaciones tengan éxito», aseguró a AFP antes de partir Mohamed Abdelsalam, quien dirige la dirección de los rebeldes. Según el ministro yemení de Información, Muamar al Iryan, la delegación gubernamental «lleva con ella las esperanzas de los yemeníes de poner fin al golpe y restablecer el Estado».

Por el momento, han oficializado un intercambio de presos en el que participará el Comité Internacional de la Cruz Roja.