GARA
LONDRES

May trata a la desesperada de frenar la revuelta interna de los brexiters

Tras el triple varapalo que sufrió en el Parlamento el martes, la premier Theresa May se ve obligada a intentar lo imposible. En un guiño a los diputados pro-Brexit duro, les ha prometido que podrán votar en su día sobre la cuestión de la frontera irlandesa.

May aseguró que los diputados podrían tener la última palabra sobre la eventual aplicación de la disposición que evitaría el restablecimiento de los controles fronterizos en la isla de Irlanda tras el Brexit, uno de los puntos más controvertidos del acuerdo de divorcio firmado con Bruselas.

El acuerdo de retirada de la UE prevé una salvaguarda o «red de seguridad (backstop en inglés)», que mantendría al conjunto de Gran Bretaña dentro de la unión aduanera, además de permitir el alineamiento del norte de Irlanda con buena parte de la normativa del mercado único eurocomunitario, si no se alcanza un acuerdo sobre la futura relación entre Bruselas y Londres tras el período de 21 meses de transición post-Brexit, previsto el 29 de marzo del año próximo.

El backstop provoca urticaria en el seno de la corriente tory que defiende un Brexit a secas o a la brava y entre los unionistas del DUP que, tras leer el análisis legal completo del pacto del Brexit, han constatado que esa salvaguarda podría ser indefinida en caso de no acuerdo, lo que en opinión del DUP supone un paso de gigante en la consolidación de una Irlanda unida y separada de Londres, siquiera en el ámbito aduanero-comercial. May, que da por perdido el apoyo de la decena de diputados unionistas que blindaron la mayoría absoluta que perdió al convocar elecciones anticipadas en 2017, busca a la desesperada contener la revuelta de los diputados conservadores rebeldes al prometerles, a futuro, que podrían rechazar a través del voto en el Parlamento tanto el backstop como una nueva prolongación del periodo transitorio.

Y es que May afronta un voto crucial en el Parlamento el martes 11. Y, en un aviso a los brexiters, ha advertido de que entre el acuerdo que firmó con Bruselas y el Brexit duro habría una tercera opción: la de que finalmente Londres renuncie a la salida de la UE. Al Brexit.