Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

Los Presupuestos monopolizan la política de la CAV y Nafarroa

El Parlamento navarro apurará los últimos días del año para cuadrar la negociación presupuestaria, que ya cuenta con el visto bueno del cuatripartito, aunque el bloqueo de Madrid al plan de inversiones enrarece la situación. En la CAV, el PNV asegura que las negociaciones con EH Bildu no han parado este puente y dicen estar esperanzados.

La Ley de Presupuestos es la más importante del año, al menos, de cara a la estabilidad. Las principales fuerzas políticas vascas dedicarán estos días el grueso de sus esfuerzos a cerrar unas cuentas para el año próximo. Aun así, las situaciones que se viven en Nafarroa y la CAV son muy diferentes. Mientras en Gasteiz se tantea un acuerdo entre PNV y EH Bildu, en Iruñea se consolida el entendimiento de las fuerzas que trajeron el cambio dando un mensaje de continuidad, ya que se parte con un acuerdo para unos presupuestos que tendrá que terminar de ejecutar el próximo Gobierno.

Ayer, la presidenta del Bizkaia Buru Batzar, Itxaso Atutxa, aseguraba que las negociaciones con EH Bildu en la CAV van por buen camino. «EH Bildu ha comprendido la importancia del momento, sé que para ellos no es fácil. No tanto la literalidad de las cuestiones a aprobar, sino el hecho de tener que llegar a un acuerdo con el PNV y, de alguna forma, sustentar el Gobierno Urkullu en coalición con el PSE pero creo que es una forma también de ver normalidad en la política vasca», sostuvo Atutxa.

Estas declaraciones fueron realizadas ante los micros de Cadena Ser, que preguntaron también si estas negociaciones pueden ir un poco más allá hasta el punto de que EH Bildu acabe siendo un «socio preferente para el PNV». Atutxa esquivó una respuesta, señalando que todo habrá que mirarlo según los temas. «Dependiendo de cómo den los números y cuáles sean los programas a partir de mayo de 2019 después de las elecciones municipales y forales estaré encantada de seguir hablando con ellos», añadió.

Las dudas de los 35 millones

En Nafarroa, mientras tanto, no existe esta incertidumbre. El Gobierno presentó un borrador presupuestario y los partidos políticos que lo sustentan llegaron a un acuerdo para proponer una batería de enmiendas conjunta, por valor de 20 millones. Las Cuentas, por tanto, parten ya con garantía de ser aprobadas, salvo susto mayúsculo.

Aun así, la comisión parlamentaria de Hacienda todavía debe de validar el proyecto para que llegue a Pleno. Ahí deberán verse las enmiendas del resto de grupos, que necesitan conseguir pasar ese filtro para poder ser también votadas en el hemiciclo. El PSN dedicó el puente a lanzar dardos en busca de colar alguna de sus propuestas. Ayer, insistía en que el Gobierno navarro «no cree de verdad en la igualdad» a ver si colaba alguna partida concreta y así colgarse una medalla. O, más bien, en busca de que el Ejecutivo le lance un guiño que permita visualizar la posibilidad postelectoral de un Gobierno alternativo a UPN en el que el PSN participe.

Lo cierto es que el cerrojazo de Madrid al plan extraordinario de inversiones de 113 millones que acordó el Parlamento con cargo al superávit generado por la reformulación del Convenio en poco ayuda a un acercamiento de PSN y cuatripartito. Y más aún cuando la postura de su líder, María Chivite, ha acabado siendo desacreditada por Moncloa tras anunciar en falso un acuerdo en este punto.

En último término, pese a que estas negociaciones en Hegoalde centrarán la actividad política dentro y fuera del Parlamento, la situación es mucho mejor que la de Madrid. Allí, Pedro Sánchez ha confiado al miedo a Vox la aprobación de unas cuentas que necesitan del apoyo del independentismo catalán. Y jugarse a esa carta la ley clave para la estabilidad se antoja una solución desesperada.