GARA
MARRAKECH

La ONU aprueba el Pacto Mundial para la Migración pese a los desmarques

El Pacto Mundial para la Migración de Naciones Unidas fue aprobado formalmente en Marrakech en una conferencia intergubernamental que reunió a casi 160 países. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exhortó a no «sucumbir al miedo» a la migración.

En su discurso de apertura, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, denunció las «numerosas mentiras» sobre el Pacto Mundial para la Migración , muy criticado por los partidarios del cierre de fronteras.

El pacto, destinado a reforzar la cooperación internacional para una «migración segura, ordenada y regular», deberá ser sometido todavía a una última votación de ratificación el próximo día 19 en la Asamblea General de Naciones Unidas.

La conferencia de Marrakech tenía que ser una etapa puramente formal en el proceso pero unos 15 países anunciaron su retirada o la congelación de su decisión sobre el pacto.

Aunque no se publicó una lista oficial, cerca de 160 de los 193 países representados en la ONU habían confirmado su presencia en Marrakech, un centenar de ellos con sus jefes de Estado, de gobierno o ministros.

El pacto, no vinculante, recoge principios (defensa de los derechos humanos, de los niños, reconocimiento de la soberanía nacional) y enumera propuestas para ayudar a los países a enfrentar las migraciones, como el intercambio de información y de experiencia o la integración de los migrantes.

También prohíbe las detenciones arbitrarias y solo autoriza los arrestos como medida de último recurso.

Los activistas de los derechos humanos consideran que el acuerdo no llega suficientemente lejos en materia de ayuda humanitaria, servicios básicos y derechos laborales de los migrantes. Por contra, sus detractores lo consideran una incitación a los flujos migratorios.

Estados Unidos, que se retiró de la elaboración del texto en diciembre de 2017, al considerarlo contrario a la política de inmigración del presidente Donald Trump, lanzó un nuevo ataque el viernes.

«Las decisiones sobre la seguridad de las fronteras, sobre a quién se le permite residir legalmente u obtener la ciudadanía, son algunas de las decisiones soberanas más importantes que puede tomar un país», remarcó la misión diplomática estadounidense ante la ONU.

Hasta ahora, nueve países se han retirado del proceso, tras haber aprobado el texto el 13 de julio en Nueva York: Austria, Australia, Chile, República Checa, República Dominicana, Hungría, Letonia, Polonia y Eslovaquia. Otros seis han pedido tener más consultas internas: Bélgica, Bulgaria, Estonia, Italia, Eslovenia y Suiza.

«Necesitan de la migración»

El sábado, en Ottawa, se registraron enfrentamientos entre grupos de extrema derecha opuestos a la adhesión al pacto y partidarios de la acogida de los migrantes. Pero el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, defendió su firma: «Acoger a la gente venida del mundo entero gracias a un sistema de inmigración riguroso es lo que convierte a Canadá en un país fuerte», manifestó.

Guterres advirtió de que «en los muchos lugares en los que la fertilidad está en retroceso y la esperanza de vida aumenta, las economías se estancarán y la población sufrirá sin migración». «Está claro que los países más desarrollados necesitan a migrantes para un amplio espectro de papeles vitales, desde cuidar a personas mayores a evitar el colapso de los servicios de salud», añadió.