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Londres

May airea el fantasma de un Brexit sin acuerdo

El Gobierno británico dio ayer un giro a su estrategia de cara al Brexit al comunicar que dará «prioridad operativa» a los preparativos de una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo, en un aparente intento de dibujar un escenario catastrofista y aumentar así la aceptación de su pacto. 3.500 soldados serán puestos «en alerta» por si deben asistir en tareas de apoyo en puertos o aeropuertos en caso de un divorcio sin consenso.

«En la reunión del gabinete hoy –por ayer–, hemos acordado que la preparación para un (escenario de) no acuerdo será una prioridad operativa dentro del Gobierno aunque nuestra prioridad general sigue siendo garantizar un acuerdo», señaló el ministro británico para el Brexit, Stephen Barclay, que lo calificó de ejercicio de responsabilidad. El Gobierno indicó que los hogares y las empresas tienen que analizar con seriedad la posibilidad de una salida abrupta de la Unión Europea (UE), tras los problemas para que el Parlamento británico dé luz verde al acuerdo negociado entre Londres y Bruselas.

«Como parte de un continuo preparativo para (una salida) sin acuerdo, un Gobierno responsable necesita asegurar que estamos preparados para esa opción, que no queremos que pase, y estar preparados en caso de que sí suceda», dijo al término de la reunión de la premier, Theresa May, con sus ministros.

El Gabinete acordó que un total de 2.000 millones de libras (2.227 millones de euros) repartidos entre todos los departamentos gubernamentales irán destinados a los planes de contingencia en el caso de darse ese escenario.

La próxima semana se enviarán 80.000 correos electrónicos para asesorar a los hogares y las empresas para que estén preparadas si finalmente el 29 de marzo de 2019, día en el que está previsto se haga oficial el divorcio, no se ha conseguido ratificar el pacto. Esta planificación, puntualizó Barclay, será aún más prioritaria para las empresas de todo el país cuando faltan 101 días para el Brexit.

3.500 soldados «en alerta»

Además, el Ministerio de Defensa adelantó que pondrá a 3.500 soldados «en alerta» por si deben asistir a otros departamentos del Gobierno, por ejemplo en puertos o aeropuertos. En la Cámara de los Comunes, su titular, Gavin Williamson, precisó que el contingente incluirá militares regulares y de reserva, listos para colaborar en las tareas que se les designen.

Con todo, Barclay insistió en que la prioridad principal del Gobierno es conseguir que el Parlamento apruebe el tratado acordado con Bruselas.

May defendió la víspera en la Cámara de los Comunes que había margen para obtener más garantías jurídicas de Bruselas sobre el acuerdo de divorcio, en concreto sobre el carácter temporal de la solución de emergencia o salvaguarda diseñada para evitar una frontera física intrairlandesa, pero la Comisión Europea replicó ayer que «no hay más reuniones previstas», cerrando así la puerta a nuevas negociaciones antes de que el Tratado de Retirada se someta al voto de la Cámara de los Comunes en la semana que arranca el 14 de enero.

«En este punto no hay más reuniones previstas por nuestra parte», manifestó en Bruselas una portavoz comunitaria, quien se remitió a lo dicho en los últimos días por el bloque comunitario respecto a que el pacto sobre la mesa es «el mejor y el único posible» y que no hay margen alguno para «reabrirlo o renegociarlo».

Los líderes de la UE a 27 ofrecieron en la cumbre del pasado jueves «todas las aclaraciones posibles» para ayudar a May a que el acuerdo cuente con el apoyo de los diputados británicos, según dijo el lunes el portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, palabras que recordó ayer la portavoz para responder a la primera ministra británica.

El Gobierno reta a Corbyn a presentar una moción de censura

El Gobierno británico descartó ayer conceder tiempo parlamentario para debatir y votar la moción de censura planteada anoche por el Partido Laborista contra el liderazgo de la primera ministra, Theresa May, por su gestión del Brexit –que un portavoz tildó de «farol»–, y le instó a presentar, si así lo desea, una moción de censura en toda regla al conjunto del Ejecutivo.

El Partido Laborista recogió el guante y afirmó que esa moción de censura se planteará si el acuerdo no es aprobado por el Parlamento cuando se someta a votación.

Corbyn ha declinado hacerlo hasta ahora a pesar de las presiones del escocés SNP, los liberaldemócratas, el galés Plaid Cymru y el Partido Verde.

El Partido Laborista confía en que, si el pacto es rechazado, algunos diputados tories y sus socios parlamentarios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP) podrían apoyar la moción de censura, con la que la oposición podría forzar la salida del Gobierno.GARA