Ramón SOLA
RECUPERADOS EN GERNIKA LOS RESTOS DE VALENTÍN ROMEO

Una víctima forzosa del franquismo vuelve a casa

Cuando el 12 de enero se homenajeen sus restos en Mendabia, ya habrán pasado 82 años desde que a Valentín Romeo lo sacaron de prisión para mandarlo al frente como combatiente forzoso, y 96 desde que, siendo niño, salió de su pueblo para vivir en Iruñea. Gernika tenía la clave.

Ayer fue el tercer día muy emotivo, hasta arrancar lágrimas, para los descendientes de Valentín Romeo Sagüés, que como otros miles han seguido buscando en cunetas y cementerios a sus desaparecidos tras 1936. Del primer jalón dio cuenta GARA el pasado mes de junio. Entonces acababan de descubrir qué había pasado con aquel joven de apenas 20 años del que durante décadas nada se supo. Lo habían sacado de prisión para llevarlo al frente como soldado franquista («al frente o al fuerte», fuerte-penal de Ezkaba, era la máxima entonces). Había muerto en la batalla del Bizkargi en mayo de 1937. Y lo habían enterrado en Gernika, primero junto a la tapia del cementerio y desde 1945 en una cripta que albergaba –hasta ayer– a 163 víctimas de la guerra.

El segundo momento inolvidable ocurrió en octubre, sin cámaras. Fue cuando Maru Mangado (Valentín Romeo era su tío-abuelo) recibió la llamada que esperaba: «Tu padre tenía razón». Los restos sacados del cementerio de Gernika habían sido cotejados con su ADN, y efectivamente, la persona que guardaba el nicho número 57 era él, Valentín.

Quedaba un tercer paso, ayer. Un nutrido grupo de familiares fue a Gernika y recuperó los restos al completo. «Ya lo tenemos en casa», explicaba por la tarde Mangado a GARA, dejando un mensaje añadido para quienes aún siguen buscando: «Que no lo dejen nunca, nunca, aunque sea muy difícil hallarlos, y aunque les pongan obstáculos».

Maru Mangado no oculta su disconformidad con el Gobierno navarro y el de Lakua: «Nos tenían que haber ayudado, pero hemos tenido que hacer todo por nosotras. El problema es que con la Ley de Memoria Histórica en la mano, a mi tío-abuelo no lo consideran víctima. Pero lo es. Y voy a seguir peleando por ese reconocimiento». La condición de combatiente forzoso muerto en el frente le sitúa en un limbo y ha complicado la labor de sus familiares, que por ejemplo no han podido recurrir al Banco de ADN público y han tenido que realizar y costear la prueba de identificación por su cuenta. Misión cumplida, en cualquier caso. Solo falta devolver a Valentín a Mendabia, donde nació el 26 de mayo de 1916. Será el 12 de enero.

Tres más de Ezkaba

Donde sí está poniendo mucho empeño el Gobierno navarro y consiguiendo resultados espectaculares es en la recuperación de restos a través del testimonio de personas de avanzada edad que hasta ahora no habían contado por miedo lo que vieron. El último caso, difundido ayer, es el hallazgo en Etulain (Anue) de tres de los fugados de Ezkaba en mayo de 1938. Tenían tres disparos en la cabeza.

Ha sido fundamental el testimonio de Fermina Iraizoz, entonces niña, que recordaba que el día de su cumpleaños (27 de mayo) vio a falangistas llevar al pueblo a tres fugados capturados en los prados. Lucía Larramendi, de la venta de Burutain, lo corroboró; dio comida y agua a los capturados. Dijeron ser de Bilbo antes de acabar fusilados. Con ellos son 84 los muertos recuperados en este programa.