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Suecia pone fin a un sicodrama político con la reelección de Stefan Löfven

Suecia puso fin ayer a cuatro meses de sicodrama político con la reelección en el Parlamento del primer ministro socialdemócrata, Stefan Löfven, que logró neutralizar en el último momento a la extrema derecha y salvar a uno de los últimos gobiernos de centroizquierda en Europa.

El nuevo Gobierno minoritario de centroizquierda, que será presentado y tomará posesión el lunes, incluirá a socialdemócratas y Verdes, como en 2014 y en 2018. Y contará con el apoyo de centristas y liberales, que fueron oposición en la precedente legislatura, en virtud de un acuerdo programático firmado la semana pasada para aislar al ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) y que incluía una cláusula que dejaba de forma expresa a los excomunistas del Partido de Izquierda (28 escaños) fuera de «cualquier influencia» en la dirección política de Suecia. Para cerrar al paso a la extrema derecha, el Partido de Izquierda, que dio apoyo externo durante cuatro años a la coalición saliente, decidió abstenerse.

Juntos, estos cuatro partidos disponen de 167 escaños sobre un total de 349, ocho menos que la mayoría absoluta de 175. Pero la Constitución del país escandinavo permite a un Gobierno mantenerse siempre y cuando una mayoría de diputados no vote una censura.

Stefan Löfven debió hacer importantes concesiones políticas a las dos formaciones de centrodere- cha, que impusieron una flexibilización laboral, la baja de impuestos para los altos ingresos y la liberalización de alquileres para viviendas nuevas.

El reducido apoyo del Ejecutivo y la fragilidad de sus apoyos auguran una legislatura complicada para Löfven.