Sin presión pero con tensión. Eso es, poco más o menos, lo que quiere percibir José Luis Mendilibar en su plantilla en el arranque de una segunda vuelta en la que, visto cómo se está desarrollando la Liga, el Eibar necesitará como mínimo igualar los 22 puntos que ha sumado hasta ahora para asegurarse la permanencia.

Los azulgranas están jugando bien y lo saben, empezando por su entrenador que lo subraya en público y en privado. Y es una impresión generalizada que, por juego y sobre todo por las ocasiones que genera, en su casillero bien podría haber algún punto más. Pero José Luis Mendilibar tampoco quiere que sus futbolistas se confíen en exceso, pensando que las victorias llegarán por arte de magia. «Las victorias hay que trabajarlas», recuerda, y eso incluye un mayor nivel de acierto que el que está exhibiendo el Eibar y una concentración máxima en defensa. «Es algo que me preocupa. A los jugadores les decimos que estamos jugando bien pero también hay que ganar –reflexiona–. Por eso espero que no piensen ‘estamos jugando bien y ya llegarán las victorias’. No, las victorias hay que trabajarlas, hay que merecerlas del todo y no hay que cometer errores, ni en la portería contraria con las ocasiones de gol, ni en la tuya». Considera, en este sentido, que «tenemos que hacernos más fuertes mentalmente y decir ‘no puedo cometer un error, tengo que acertar en casi todas las decisiones que tenga que tomar durante el partido’».

Pero tampoco es cuestión de que a los futbolistas les pueda ahora la ansiedad, sino de encontrar un punto medio. Es decir, jugar con la tensión suficiente, tener consciencia de la situación y las necesidades, pero sin dejarse llevar por la presión, preocupándose más por las faltas que por las virtudes. Es uno de los riesgos de verse más cerca del descenso de lo habitual a estas alturas –el Eibar ha completado su peor primera vuelta desde que llegó a la categoría– y de haber enlazado ya seis jornadas sin poder celebrar la victoria. «Te entra el miedo –asume Mendilibar–. Igual te pones 1-0 y te entra el miedo a ver si te empatan. Y con miedo no se puede jugar porque acaba pasando lo que temes. Hasta ahora hemos jugado bien, sin miedo, jugando arriba, asumiendo riesgos, y creo que es así como debemos hacerlo. Porque si jugamos con un poco de miedo perderemos –insiste –. Y ahora no ganamos pero tampoco perdemos. Nuestra intención es seguir jugando sin miedo, y a ver si acertamos marcando». Reconoce el técnico en este sentido que «hay que acertar las ocasiones y no dar facilidades. Juegas bien, haces las cosas bien y no haces gol. 14 remates y solo dos a puerta, los otros doce fuera. Hay que tirar a puerta por lo menos, puede fallar el portero o hacer un rechace que si lo mandas fuera no vas a tener. Y atrás igual, juegas bien pero cometes un error, te marcan y ya no ganas. Tenemos que acertar. Jugar bien, sí, porque si juegas bien llegarán las victorias. Pero hay que ganar».

Y es que la Liga está tan apretada que incluso con su mala racha de resultados el Eibar se mantiene fuera del descenso. Pero «si no ganas, te quedas ahí». «No estamos mal, 22 puntos no son pocos –reivindica el técnico zaldibartarra– pero estamos acostumbrados a hacer 26-27 y hacer 22 te parecen pocos». En cualquier caso, recuerda que «si sacamos otros 22 en la segunda vuelta, estaremos libres».

Los tres primeros de esa segunda «tanda» los buscará mañana ante el Espanyol. Mendilibar, que recupera a Charles pero tiene las dudas de Fabián Orellana e Iván Ramis, ambos con problemas físicos, dirigirá hoy un último entrenamiento en Atxabalpe (11.00), tras el que dará a conocer la lista de convocados para el encuentro.

El mejor fichaje de invierno, una enfermería vacía

A diez días de que se cierre el mercado invernal, el único movimiento en el Eibar ha sido la salida –todavía sin cerrar oficialmente, a la espera de que el Valladolid resuelva sus problemas– de Pablo Hervías. Y bien podría quedar así la cosa.

José Luis Mendilibar, que no teme que «puedan llevarse a nadie» vía cláusula, sí reconoce que si alguno de sus futbolistas quisiera salir por algún motivo, «igual sí hay que reponer, como en el supermercado». Incluso sin más salidas y con tres fichas disponibles, podría realizarse algún movimiento para reforzar al equipo. Pero no al tuntún. «Siempre estás atento, viendo qué posibilidades hay. Pero no solo para estos seis meses, sino para más tiempo. Siempre pongo el ejemplo de Fabián y Pape; tuvimos la opción de ir a por ellos en diciembre, igual en verano no la tienes. Y ahora pasa lo mismo».

En cualquier caso, asegura no ver carencias en el equipo que obliguen a buscar fichajes. Y asegura que los mejores llegarían desde la enfermería. «Me conformo con que se recuperen los que estén lesionados –aseguró–. Si de los 19 partidos que quedan, tenemos a todos disponibles en 15-16, ya lo cuento como fichajes».A.U.L.