BOGOTÁ

El ELN asume el atentado y aboga por el diálogo y el alto el fuego bilateral

El ELN asumió ayer la autoría del atentado en Bogotá, argumentando que es una acción «lícita» porque el Gobierno también ha mantenido su ofensiva militar e insistió en continuar con el diálogo de paz, que la Casa de Nariño ha dado por terminado.

La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) reconoció ayer su autoría en el atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía colombiana que el pasado jueves causó en Bogotá 21 muertos, incluido su autor, pero insistió en el diálogo y en lograr un alto el fuego bilateral.

En un artículo con fecha 21 de enero publicado en Voces, su página de internet, el ELN argumenta que la Escuela de Cadetes, situada en el sur de Bogotá, «es una instalación militar» donde se forman oficiales de Policía «que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente», entre otras funciones. «Por tanto la operación realizada contra dichas instalaciones y tropas, es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente», sostiene el artículo.

El atentado realizado con una camioneta cargada con 80 kilos del explosivo pentolita ya había sido atribuido el viernes al ELN por las autoridades, después de que identificaran al conductor del vehículo como José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años, miembro de esa guerrilla.

Dicho ataque golpeó también los ya maltrechos diálogos de paz con el Gobierno ya que el presidente colombiano, Iván Duque, ordenó reactivar las órdenes de captura contra diez miembros del ELN que integraban la delegación de este grupo en Cuba, sede de las negociaciones, que encabeza Pablo Beltrán, y pidió a La Habana su extradición inmediata, a lo que la Cancillería de la isla replicó que respetará los protocolos de los diálogos de paz.

El Gobierno cubano aseguró ayer que «jamás ha permitido ni permitirá que su territorio sea usado para la organización de actos terroristas». El Ejecutivo colombiano respondió que «no hay protocolo que ampare el terrorismo» y reiteró su petición de entrega de los miembros de la delegación de paz del ELN.

«Estamos en una guerra»

«La paz no avanza y el proceso retrocede si los contendientes en una guerra no se respetan; esto empieza por respetar el dolor de todos», afirma el ELN, según el cual, el mandatario «no le dio la dimensión necesaria al gesto de paz» que fue la tregua navideña decretada por la guerrilla. Y acusó a las Fuerzas Armadas de aprovechar ese cese para «avanzar las posiciones de sus tropas de operaciones».

«Nosotros tenemos claro que estamos en una guerra, debido a que la clase en el poder ha reiterado que los diálogos deben ser desarrollados en medio del conflicto –declara–. Es entonces muy desproporcionado que mientras el Gobierno nos ataca, plantee que nosotros no podamos responder en legítima defensa», sostiene para justificar el atentado del jueves.

El domingo decenas de miles de colombianos, entre ellos el presidente Iván Duque, salieron a las calles en Colombia para rechazar el «terrorismo» y manifestar su apoyo a la Policía.

El ELN insiste en «pactar un cese bilateral para generar un clima favorable a los esfuerzos por la paz», que Duque condicionó al asumir el cargo a la liberación de los secuestrados, a la renuncia a esa práctica y al cese de toda actividad armada.

A pesar de que con el atentado del jueves las negociaciones en Cuba quedaron en punto muerto, el ELN pide a Duque «que envíe a su delegación de diálogo a la mesa, para darle continuidad al proceso de paz y a la construcción de los acuerdos que traemos desde el Gobierno anterior».