Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

El Estado francés impone una multa millonaria a Google

La Comisión Nacional de Informática y Libertades del Estado francés impuso al gigante Google una multa de 50 millones de euros por «falta de transparencia, información incorrecta y ausencia de consentimiento válido en la publicidad personalizada».

La Comisión Nacional de Informática y Libertades impuso Google una multa que asciende a 50 millones de euros por «falta de transparencia, información incorrecta y ausencia de consentimiento válido en la publicidad personalizada».

Este organismo encargado de velar por la protección de datos en el Estado francés, justificó la elevada sanción por «la gravedad de las violaciones observadas en los principios de la protección de datos: transparencia, información y consentimiento». Fuentes de Google señalaron que la compañía analizará la decisión para determinar cuáles serán sus «siguientes pasos» y defendieron su compromiso para alcanzar los «altos estándares de transparencia y control» que los usuarios esperan de la empresa. Según el gigante tecnológico, «estamos muy comprometidos con alcanzar estas expectativas y los requisitos de consentimiento del Reglamento General de Protección de Datos».

Por su parte, la Comisión recordó que las irregularidades detectadas en la multinacional «dejan a los usuarios sin sus garantías esenciales, ya que practica operaciones que pueden revelar importantes partes de la vida privada. La información sobre las operaciones de procesamiento para la personalización de los anuncios queda diluida en varios documentos y no permite al usuario saber su alcance real».

El origen de esta sanción son las demandas de las asociaciones “None Of Your Business” y “La Quadrature du Net”, para las que Google «no tiene base legal» para procesar información personal de sus usuarios destinada a la emisión de publicidad personalizada.

Cabe recordar que el pasado mes de diciembre la CNIL multó a otra empresa tecnológica estadounidense, la aplicación de transporte Uber, con 400.000 euros por no haber hecho lo suficiente para proteger los datos de 1,4 millones de usuarios del Estado francés.