Nagore BELASTEGI
DONOSTIA

Los signos, paisajes y accidentes de Diego Vasallo

En blanco y negro, con toques de ocre, así son las pinturas del multidisciplinar Diego Vasallo, que presenta su colección en Koldo Mitxelena y en la galería Arteko de Donostia. Ambas muestras se complementan y forman un grupo de unos 60 cuadros sobre tela o papel. El artista deja que el arte fluya cuando crea, convirtiéndose en un cuidador.

Dos salas donostiarras acogen hasta el 2 de marzo la colección de cuadros “Signos, paisajes, accidentes” realizada por el polifacético Diego Vasallo. Según él mismo dijo en la presentación de la muestra, hace cerca de nueve años que no expone en su ciudad natal, por lo que le hace especial ilusión y califica de «un honor».

Los espacios que acogen la exposición son la sala Ganbara de Koldo Mitxelena y la galería Arteko de la Parte Vieja. El artista ha intentado que los cuadros que pueden verse en una y en otra se complementen y ofrezcan al visitante una visión general de su obra, la cual antes pasó por el museo Francisco Sobrino de Guadalajara. Sin embargo, en esta ocasión la presenta ampliada, tanto con pinturas muy recientes como con otras antiguas que había omitido.

«He intentado que en los dos espacios haya obras sobre tela y papel, de tamaño pequeño, mediano y grande», aseguró Vasallo en rueda de prensa en Koldo Mitxelena.

El artista donostiarra realizó su primera exposición en 2002, y desde entonces ha organizado varias muestras tanto individuales como colectivas. Pero para recorrer su trayectoria artística debemos remontarnos a 1984, cuando fundó junto a Mikel Erentxun y Juan Ramón Viles la banda Duncan Dhu. Después comenzó el proyecto musical Cabaret Pop, y tras finalizar esa etapa optó por dar pasos en su carrera en solitario. Además de pintor y músico, también es escritor y ha publicado varios poemarios.

Dejar que las cosas pasen

“Signos, paisajes, accidentes” cuenta con cerca de 60 pinturas. Las más antiguas son de hace diez años y las más recientes las terminó hace apenas un par de semanas. Aunque el título de la muestra pueda parecer confuso, más al ver sus cuadros nada figurativos, Vasallo tiene una explicación sencilla. «Los signos, los paisajes y los accidentes, los tres aparecen siembre de alguna manera», aseguró. Para él, los signos son un «elemento primario casi anterior a la palabra, muy simple pero muy poderoso, un hito que requiere nuestra atención».

En cuanto al paisaje, dijo que siempre le ha atraído el paisajismo porque es «absolutamente universal en la pintura». Sin embargo, le interesa más como espacio místico donde meditar que como elemento decorativo.

Por último están los accidentes. «Algo que interesa mucho es la introducción del azar en la creación pictórica. Creo que las obras se hacen casi solas y el artista tiene que cuidarlas y estar atento», aseguró añadiendo que para él «es un trabajo inconsciente». Entiende la pintura como un rastro vital, como lo que queda después de la actividad solitaria en el estudio. También se apoya en la filosofía zen cuando utiliza lo que ocurre en favor de sí mismo, en este caso en favor de los cuadros. «Dejo que las cosas pasen», explicó.

En cuanto a los colores que usa, admite que al principio solía decantarse por una gama más amplia, pero en la colección que puede verse en donostia la riqueza cromática es mínima. Podríamos decir que son cuadros en blanco y negro, con unas pinceladas de ocre que pasan casi desapercibidas.

«Es la propia pintura la que se va deshaciendo de las cosas que no necesita», comentó Vasallo sobre su tendencia hacia el minimalismo. «Así la obra tiene más fuerza y va a su esencia», explicó. Según dijo, le interesan más otros aspectos que el color, como por ejemplo la textura, la línea, la composición o el grafismo, y opina que estos elementos toman más protagonismo con una paleta reducida.

También opinó que «lo ideal para que la propia pintura evolucione es simplemente el acto de pintar», algo que no siempre le resulta fácil. «Creo que el secreto es establecer un tipo de rutina», aseguró.

Preguntado sobre si, al ser músico, le gusta escuchar música mientras pinta en su estudio, manifestó que sí, que pone la radio con música clásica de fondo, pero sin escucharla realmente, y comentó que, en cualquier caso, si se va a escuchar música esta debe ser una que ayude a la concentración y que no te despiste.