Jon ORMAZABAL
Pelota

El martillo es mucho más eficiente junto a un cincel

Irribarria dio un paso adelante con 12-9 en contra y, más osado en el remate, lograron un punto vital.

ARTOLA-MARIEZK. 15

IRRIBAR.-ZABALETA 22


Irribarria-Zabaleta ya pueden descansar más tranquilos con ese séptimo punto en su casillero que les brinda la clasificación virtual a semifinales, después del sofocón que se llevaron ayer ante Artola-Mariezkurrena, quienes esta vez les obligaron a algo más que a jugar serios y abusar de su pegada. Sin llegar a cuajar un partido redondo, los rubios de Baiko construyeron un muro difícil de demoler a golpes, obligando al de Arama a dar un paso adelante y ejercer también de cincel para abrir huecos entre los colorados.

Ese paso adelante del campeón manomanista de hace tres años, con el brillante saque-remate con el que Irribarria subió el empate a 12 en el marcador como máximo exponente, fue el factor que desniveló la balanza de un partido de dos mitades en las antípodas.

Quizá por la importancia del punto en juego, el duelo comenzó embarrado, con errores por ambas partes y sin un claro dominador. Los de Aspe eran superiores en golpe, pero fue Artola el único capaz de ofrecer algo distinto, de poner algo de picante entre tanta contundencia, lo que les dio esa pequeña renta de tres tantos en el 12-9.

Les vino bien el pase por vestuarios a los de Aspe, que en ningún momento renunciaron a seguir castigando a Jon Mariezkurrena, pero sin limitarse a ello como al principio. Quizá no llegue el de Arama nunca a ser un fino estilista, pero es que, con su poder, tampoco necesita ajustar sus remates al milímetro. Siendo más agresivo, complicó mucho las ayudas de Artola a su zaguero, los sacó de sitio, y fue entonces cuando la potencia, la suya y la de Zabaleta, hizo daño y se fueron fácil.