Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Los agredidos en Salesianos juran que «se acabó el silencio»

Cientos de personas se solidarizaron ayer en Deustu con los ex alumnos del Colegio Salesianos que han denunciado abusos sexuales y agresiones físicas. Las víctimas criticaron el encubrimiento por parte del centro y juraron que «se acabó el silencio».

En silencio, detrás de una pancarta con el lema “La verdad no prescribe. Haurren kontrako sexu indarkeriaren aurrean inpunitaterik ez!!”, cientos de personas, entre las que se hallaban ediles de PNV, EH Bildu, PSE, Udalberri y Goazen, arroparon a quienes se han atrevido a denunciar las vejaciones que padecieron en su infancia.

Excompañeros y amigos leyeron un comunicado de las propias víctimas. Tras años de «soledad, miedo, vergüenza y culpa», quisieron dejar claro que el silencio ha quedado atrás en sus vidas. Confesaron que les preocupa que haya casos como los suyos más recientes, ya que el ex seglar José Miguel San Martín Unamuno figura en la organización de campamentos de verano.

Dirigiéndose a esas hipotéticas víctimas, les pidieron que denuncien. «Si, en última instancia, la justicia no pone las cosas en su sitio, será la sociedad quien lo haga, y por eso estamos aquí. Se acabó el silencio», enfatizaron.

Manifestaron que les mueve «la sed de verdad. Porque la verdad nos está quitando un gran peso de encima». A quienes aún estén indecisos sobre si dar o no un paso adelante y denunciar, les invitaron a hacerlo y dar testimonio público. «Dar a conocer la verdad y que se reconozca, sin excusas ni ambigüedades por parte de nadie contribuye a reparar nuestro daño y el daño que esto hace a toda la sociedad», subrayaron.

A quienes cuestionan el momento en que han desvelado su calvario, les recordaron que «éramos niños, nos robó la infancia y eso deja una huella imborrable de la que hemos tratado de defendernos queriendo olvidar, tapar y enterrar. Somos supervivientes. Queremos empezar a vivir». Además, agradecieron la «valentía» de las madres que acudieron hace décadas a denunciar lo que les estaba pasando. «Nuestro más sentido y agradecido homenaje a vosotras, que disteis la cara por nosotros y nos defendisteis», les dijeron.

Confesaron sentirse «muy dolidos, tristes y decepcionados» con la Congregación Salesiana, a la que acusan de encubrimiento, especialmente después de que ayer reconociesen que sabían desde 1989 de dos casos en los que estuvo implicado el docente conocido como “Don Chemi”, que luego abandonó el colegio. «La ambigüedad nos hiere. Nuestros padres depositaron su confianza en vosotros. Nos merecemos claridad y contundencia, no solo respecto a las medidas que debéis tomar para que esto no vuelva a suceder, sino también respecto al reconocimiento de la verdad: teníais conocimiento de los hechos y corristeis un tupido velo. Sin reconocimiento pleno de la verdad el arrepentimiento no es creíble y la reconciliación es muy complicada», advirtieron.

No faltó una petición a la clase política para que impulsen un cambio legislativo, para que «aberraciones» como las que les han tocado vivir no prescriban y haya posibilidad de defenderse.