Jon ORMAZABAL
Pelota

Altuna-Martija mantuvieron la tensión más compensada

Aprietan el Parejas al aprovechar el petardazo de Elezkano-Rezusta en Iruñea

ALTUNA-MARTIJA 22

ELEZKANO-REZUSTA 8

 

La tensión suele ser un arma de doble filo, porque la urgencia por ganar puede confundirse con la prisa y tener fatales consecuencias, pero a su vez, cierta presión es necesaria en este tipo de competiciones. En este sentido, Altuna III-Martija supieron compensar y hacer de la necesidad virtud, aprovechando a su vez la bajada de tensión de unos Elezkano II-Rezusta que perdieron de sopetón esa consistencia que habían mostrado durante todo el campeonato.

Hay una teoría, extendida en todos los deportes, que habla de que la necesidad siempre acaba imponiéndose en este tipo de partidos en el que un bando se juega la vida, mientras que el honor es el único aliciente del otro. Los adeptos a esta teoría cargaron ayer su mochila de argumentos, mientras que los conspiranoicos mejor harían en tirar de videoteca y revisar el último partido de la liguilla del año pasado en semifinales en el Ogeta cuando, en situaciones más extremas, estas mismas parejas dieron un ejemplo de profesionalidad. Eso sí, en vez buscarle tres pies al gato quitando botilleros o impidiendo que pelotaris de distintas empresas se puedan cambiar juntos antes del partido, mejor harían en los despachos de las empresas de la LEP.M en no exponer a los pelotaris, sus mayores y casi únicos activos, a partidos de esta índole con calendarios más asépticos.

De principio a fin

Y es que nadie esperaba que, por mucho que sus sensaciones sean cada vez mejores, especialmente en el caso de un Martija que ayer dominó a Rezusta, los colorados se pudieran manejar tan cómodos ayer al borde del precipicio. Y es que, el de Amezketa y el de Etxeberri necesitaban el punto para apretar más el Parejas a la espera de lo que suceda esta tarde en el Ogeta, pero ni en sus mejores previsiones podían soñar con un partido tan cómodo como el que tuvieron.

Porque su triunfo no corrió peligro en ningún momento y se fraguó en un abrir y cerrar de ojos, con un demoledor parcial inicial de 6-0 que lograron estirar hasta un 13-2 sin ninguna posibilidad de vuelta.

Elezkano-Rezusta pasan por ser una de esas parejas, si no la que más, ante las que nunca te puedes confiar, pero las sensaciones que trasmitieron desde el inicio fueron totalmente desconocidas en ellos. Lentos y sin chispa, –Rezusta habló, din querer ponerlo como excusa, de una carga extra de trabajo entre semana–, los subcampeones no consiguieron ponerse a la pelota en todo el partido y Altuna-Martija lo aprovecharon para llenar su despensa.