Una cadena humana unirá las sedes de PP, PSOE y PNV en Bilbo mañana para reclamar el apoyo de estos partidos a sus reivindicaciones, entre ellas la de establecer una pensión mínima de 1.080 euros al mes.

Durante la concentración semanal de ayer, uno de los portavoces del colectivo de pensionistas de Bizkaia, Jon Fano, indicó que otros pueblos del herrialde se sumarán próximamente a la movilización, con lo que ya superan las 45 localidades. «Se están desarrollando manifestaciones muy exitosas y, a corto plazo están, previstas nuevas en Galdakao, Basauri, Ugao, etcétera», informó.

Mientras tanto, en Gasteiz el colectivo de pensionistas centró ayer sus reivindicaciones en una fiscalidad más justa con la manifestación que discurrió desde el ayuntamiento hasta la sede de la Diputación. Ante el Palacio foral reclamaron que los impuestos sirvan para el «mantenimiento del bienestar de la ciudadanía» y censuraron que en 2018 se haya reducido el gravamen general de Impuesto de Sociedades del 28% al 24% y que la carga recaudatoria la «siga soportando el 90% de las rentas del trabajo». Tal y como recogió la agencia Efe, denunciaron que este tipo de política económica «agranda aún más la brecha entre las rentas del capital y las de trabajo».

También lanzaron sus críticas contra los responsables del Instituto Foral de Bienestar Social, recordando que faltan plazas en residencias de mayores públicas y que ese organismo no ha cumplido con sus compromisos en esta materia, al tiempo que subrayaron que, con las pensiones actuales, el precio de una plaza privada no está al alcance de muchos pensionistas.

En Donostia, como es habitual, jubiladas y pensionistas celebraron una asamblea en los jardines de Alderdi Eder, donde leyeron un comunicado en el que cargaron contra el Gobierno de Lakua, al que acusan de ˜no mostrar la más mínima sensibilidad hacia las personas con pensiones de miseria».

Los participantes en la protesta recorriendo después en manifestación las calles del centro de la capital guipuzcoana.