Antonio ÁLVAREZ-SOLÍS
Periodista
AZKEN PUNTUA

El final es el principio

Las negociaciones del Gobierno de Madrid con los independentistas catalanes han finalizado. Eran unas negociaciones tan extrañas que tenían el resultado desde el principio. El Sr. Sánchez acudió a ellas sin poner nada sobre la mesa. Puro y elemental farol. La nada nunca ha servido como puesta. Catalunya envidó con la propia vida. Madrid respondió una vez más que no admitía esa apuesta. ¿Entonces para qué jugar si faltaba lo importante? El Sr. Sánchez sabía que el juego al que invitaba a Catalunya era un juego con los españoles apiñados en torno a la mesa. Intentó que funcionara esta partida en que solamente Catalunya aportaba algo esencial. Como en la película, Madrid destapó que ante el as catalán el tenía dos pistolas.

Y ahora ¿qué? No se puede mantener una partida que al parecer terminará siempre en la cárcel para uno de los jugadores. El tiempo funciona ya de otra manera. El Sistema se aferra al secular fascismo de muchos españoles, al que apoyan los fascistas franceses, los alemanes, los italianos, que han salido en procesión como los muertos de Santa María del Saar. Pero la muerte siempre acaba con la luz del nuevo día. La cuestión para los catalanes es aguantar el frío de la noche, como me ocurría a mí cuando junto a Compostela iba a ver pasar a «os mortos».