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PARÍS

Los kurdos piden a Europa una zona de exclusión aérea para proteger Rojava

Los kurdos de Siria urgen a Europa a que no les abandone una vez que el Estado Islámico sea definitivamente expulsado y piden una zona de interposición y de exclusión aérea como la de la Finul en el sur de Líbano. De lo contrario, amenazan con abrir las puertas a Damasco.

Los países europeos «tienen compromisos políticos y morales» con los kurdos, que al luchar ontra el ISIS contuvieron la expansión de la amenaza de atentados yihadistas en Europa, advierte un alto responsable kurdo, Aldar Jalid, en una entrevista concedida el domingo en París a la agencia Afp. «Si no cumplen sus compromisos, nos traicionarán», añade.

La milicia kurda de las YPG, principal aporte de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dieron ayer un plazo de dos días a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) para que se rindan y entreguen la aldea de Al Baguz, su último reducto en Siria. De lo contrario, reanudarán la ofensiva, detenida desde el pasado domingo para posibilitar la rendición y proteger a los miles de civiles atrapados.

Las FDS, y por tanto las YPG, que esperan anunciar «en un día a dos» la victoria total sobre el ISIS, parecen paradójicamente más débiles que nunca tras el anuncio de retirada militar de sus aliados estadounidenses por parte del inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.

Y es que, tras el anuncio de la próxima salida de los 2.000 efectivos estadounidenses, Turquía ha multiplicado sus amenazas de intervención.

El alto responsable kurdo urge específicamente al Estado francés, miembro permanente del Consejo de Seguridad, a que proponga la creación de una fuerza internacional de interposición entre turcos y kurdos y el establecimiento de una zona de exclusión aérea.

Aldar Jalid evocó el ejemplo de la Finul. misión de la ONU en el sur de Líbano y en la frontera con Israel.

En brazos de Damasco

Las potencias europeas ya han rechazado la propuesta de EEUU de hacerse cargo de una «fuerza de observadores» que asegure una zona tapón de 400 kilómetros de largo y 30 de ancho y que engloba a las principales ciudades y pueblos de Rojava.

La zona de exclusión aérea sería una alternativa complementaria a ojos de los kurdos, ya que «si el cielo está protegido, Turquía no nos podría machacar desde el aire aunque nos atacara», en palabras de Jalid.

El responsable kurdo advierte de que si no logran el apoyo de las potencias occidentales, las YPG se volverán hacia Damasco «para que envíe sus fuerzas militares y proteja las fronteras». Eso sí, Jalid insiste en que en ese caso «pondríamos como condición que los soldados fueran originarios de Rojava. Se alinearían jerárquicamente con el Ejército sirio pero serían nuestras unidades», señala el kurdo, quien se muestra dispuesto a hacer concesiones como «ceder un porcentaje de los beneficios petroleros y aduaneros e incluso izar la bandera del régimen».

Rusia abandera un diálogo con los kurdos del que Damasco, en posición de fuerza, recela.