Iñaki IRIONDO

¡Claro que hay «hechos probados»!

El consejero Jon Darpón ha tornado de doctor en Medicina a doctor en Derecho y va por los micrófonos tratando de reducir el escándalo de la OPE de Osakidetza a una cuestión penal, y lo hace además en el peor momento, cuando la denuncia de la Fiscalía lo ha volteado en medio de la plaza. En los tribunales se dirimen los delitos, pero las responsabilidades políticas se pagan (o no) en el Parlamento y en la opinión pública. Mariano Rajoy no fue nunca condenado por la corrupción del PP, y aún así una corriente de viento en contra lo sacó de La Moncloa.

El abogado defensor Darpón insistió ayer en que «a día de hoy, no hay ningún hecho probado» y que la investigación «está abierta». ¿Cómo que no hay «hechos probados»? ¡Claro que los hay!

Está probado que en varias de las pruebas de especialidades médicas aprobaron aquellos que eran cercanos a quien redactó el examen. Falta por probar, eso sí, si ello es debido a un fenómeno paranormal repetido en varias pruebas o a un trato de favor a los elegidos. También es un «hecho probado» que varios testigos médicos aseguraron que es «sabido desde hace tiempo que los exámenes se filtraban de una forma u otra». Añada a ello Darpón el «hecho probado» de que Iñigo Jaca Arrizabalaga, que ha sido entre otras cosas gerente del Hospital de Cruces, publicó el 17 de noviembre de 2018 en GARA, que esto viene siendo así desde los tiempos del franquismo, cuando los jefes de sección eran adictos al régimen. Ya es casualidad que el médico que ha ascendido hasta consejero de Salud, sea de los pocos que no se habían enterado de cómo funcionan las cosas en Osakidetza. Es un «hecho improbable» muy llamativo.

El consejero Darpón intenta eludir responsabilidades diciendo que ninguno de los investigados es alto cargo de Osakidetza, obviando que la Fiscalía atribuye precisamente a «la dirección de Osakidetza» haber generado un sistema de selección que no excluye la «arbitrariedad». Eso es también un «hecho probado».